En noviembre de 2011 me propuse correr el marathón de Madrid
2012 y terminarlo en un tiempo respetable entrenando únicamente un día a la
semana. He demostrado que se puede hacer y terminando mejor de lo esperado. A
pesar de estar corriendo durante casi 4 horas y media, acabé sin ningún tipo de
molestia, ni rozaduras, ni dolor de piernas, ni nada de nada. Estoy muy
contento y feliz, fue un día inolvidable.
Le quiero dedicar esta victoria a mis hijos Daniel y Claudia
por estar en mi mente en los momentos más duros ayudándome a superarlos, a mi
familia de Madrid y de Murcia, a mi hermana Cruz, Pablo e Isabel (oficialmente
mi club de fans desde este domingo) por estar en el km.31 y en la meta
apoyándome (me hizo mucha ilusión veros), a mi hermano Luis al que tengo tantas
cosas que agradecer entre ellas el que me recomendara un libro que sin duda ha
hecho posible esto(si, ya sé que es difícil de entender) y mí, que me hacía mucha ilusión correr este marathón y bastante sacrificio
me ha costado. A todos, gracias.
No quiero olvidarme de Rafa por recuperarme de la
contractura y por sus consejos, ni de todos los que de una forma u otra se han
interesado por mis “carreras” y me han animado, como Franck.
Bueno, vamos con la carrera.
Un poquito antes de la salida, mi dorsal me recordaba doblemente mi año de nacimiento.
Ya me habían avisado de lo duro que era el recorrido,
conocía todo al ser de Madrid y había pasado en coche muchas veces por él, pero
hasta ayer no había sido consciente de las muchísimas cuestas que tiene Madrid.
Tenía pensado salir usando la estrategia “Paseando a miss Daisy”, es decir,
salir como si la llevara de la mano(a un ritmo muy tranquilo) y en la zona de
la Casa de Campo (km.30-31) dejarla abandonada y salir huyendo a un ritmo mayor,
pero lo que me esperaba en esos kilómetros eran a dos amigas suyas que se me
acoplaron un buen rato.
Salí, o eso creía, a un ritmo muy tranquilo y cómodo,
disfrutando del gran ambiente que había, aunque era temprano ya había gente
animando en la Castellana(es una gozada correr por ahí sin coches). Iba muy
bien, pero no se me iba de la cabeza el tema de la contractura, había tenido 2
en el mismo sitio (sóleo de la pierna izquierda) unos 15 días antes y
sinceramente tenía mis dudas de que no apareciera en algún momento y tuviera
que retirarme. Los 10 primeros kilómetros se me hicieron muy largos(siempre me
pasa), pensaba que mi ritmo era más lento pero por corredores de mi lado sabía
que no era así, la verdad es que me cuesta ir más despacio, tengo un ritmo cogido
y no sé dejarlo, pero al ir tan cómodo no me importó. En el km.14 me tomé mi
primer gel, seguía sin molestias y empecé a pensar que la contractura no aparecería
(aunque aún quedaban muuuuchos kilómetros). Un poquito antes del km.21 vi y
saludé a Rafa, ya me había comentado que estaría por ahí. La media la crucé en
2h, algo más rápido de lo que yo había planeado. En algunos momentos me notaba
molestias en la pierna y estaba seguro de que más pronto que tarde tendría que
retirarme, luego se me pasaban y estaba seguro de que terminaría la carrera, con
este pensamiento alterno fui casi todo el recorrido. En el km.26 coincidiendo
que entrabamos en la Casa de Campo me tomé el segundo gel, aquí sí que lo
necesitaba porque me estaba empezando a encontrar algo cansado y creo que algo
de efecto me hizo. En el km.31 estaba mi oficialmente desde el domingo club de
fans, con Pablo, mi hermana e Isabel (una amiga de mi hermana), me hizo mucha ilusión verlos animándome (gracias
otra vez). Salí de la casa de campo y al llegar al Paseo de la Ermita km.33 empecé
a sufrir, me notaba cargada la espalda baja (lumbares) y empecé a sentir el
famoso muro (es como si Daisy y sus amigas se hubieran subido encima de mí y
tuviera que cargar con ellas) me notaba bastante cansado, pero me animaba saber
que ya a “solo” 9 km., de la meta, pasase lo que pasase terminaba la carrera,
aunque tuviera que ir caminando. En el km.35 me tomé el último gel y reconozco
que algo si me ayudo (una de las amigas se bajó) y pude ir sufriendo algo menos
pero a un ritmo muy muy tranquilito. Y en el km.37 empecé a notar cómo se
endurecía el cuádriceps justo pegado a la rodilla, me temí lo peor, eso olía
claramente a contractura, ya me veía hacer los 6 últimos kilómetros andando.
Recordé que llevaba radio salil en el bolsillo del pantalón, me paré, me lo
apliqué dándome un masaje, seguí caminando un rato y al ver que se había
calmado empecé a correr. Me vino bien el andar un ratito (la otra amiga se bajó
también) y fui increíblemente bien hasta el final, cada vez encontrándome
mejor,
Km.38 y pico, saludando al fotografo.
temía la última y larga cuesta que bordeaba el Retiro hasta llegar a la meta, pero fui muy bien incluso adelantando a muchísimos corredores que ya iban andando, los ánimos del público ayudaban bastante. Y llegó el último kilómetro, entrenando había imaginado muchas veces este momento llegando en ocasiones a emocionarme, estaba casi seguro de que alguna lágrima caería en ese tramo final, pero no fue así. Ese último kilómetro ya dentro del Retiro estaba lleno de gente animando sin parar,
volví a ver a mi club de fans animándome (gracias otra vez) y seguí hasta la meta como en una nube, aunque tenía fuerzas para haber esprintado no lo hice, fui disfrutando de esos últimos metros, llegando levanté los brazos y pasé la meta así.
No lloré, no grité, no hice nada especial, solo entré, me paré y llamé a casa para decir que lo había conseguido. Seguía en mi nube, no me creía que hubiera llegado en tan buenas condiciones y más aún habiendo estado casi todo el recorrido con el miedo de que la contractura del sóleo me apareciera. Empecé a caminar sin saber hacia dónde, estuve un rato así, en mi feliz nube. Me dieron la medalla y seguí caminando hacia el guardarropa, saltándome los avituallamientos del final (luego tuve que volver). Poco a poco me bajé de la nube, estaba muy feliz y contento y seguía sin creérmelo. Me sorprendía que no tuviese alguna molestia y que mis piernas estuvieran fenomenal, incluso esa misma tarde estaba como si no hubiera corrido 42 km., caminaba como si nada y al día siguiente me encontraba mejor aún, increíble.
Km.38 y pico, saludando al fotografo.
temía la última y larga cuesta que bordeaba el Retiro hasta llegar a la meta, pero fui muy bien incluso adelantando a muchísimos corredores que ya iban andando, los ánimos del público ayudaban bastante. Y llegó el último kilómetro, entrenando había imaginado muchas veces este momento llegando en ocasiones a emocionarme, estaba casi seguro de que alguna lágrima caería en ese tramo final, pero no fue así. Ese último kilómetro ya dentro del Retiro estaba lleno de gente animando sin parar,
volví a ver a mi club de fans animándome (gracias otra vez) y seguí hasta la meta como en una nube, aunque tenía fuerzas para haber esprintado no lo hice, fui disfrutando de esos últimos metros, llegando levanté los brazos y pasé la meta así.
No lloré, no grité, no hice nada especial, solo entré, me paré y llamé a casa para decir que lo había conseguido. Seguía en mi nube, no me creía que hubiera llegado en tan buenas condiciones y más aún habiendo estado casi todo el recorrido con el miedo de que la contractura del sóleo me apareciera. Empecé a caminar sin saber hacia dónde, estuve un rato así, en mi feliz nube. Me dieron la medalla y seguí caminando hacia el guardarropa, saltándome los avituallamientos del final (luego tuve que volver). Poco a poco me bajé de la nube, estaba muy feliz y contento y seguía sin creérmelo. Me sorprendía que no tuviese alguna molestia y que mis piernas estuvieran fenomenal, incluso esa misma tarde estaba como si no hubiera corrido 42 km., caminaba como si nada y al día siguiente me encontraba mejor aún, increíble.
Busqué a mi amigo Manuel donde habíamos quedado antes de la salida,
encontramos a mi club de fans y nos marchamos a casa comentando la carrera.
Un día sin duda, inolvidable.
Si, aunque no lo parezca estaba muy feliz, pero recordad que estaba en una nube.
Gracias por visitar mi blog y muchisimas felicidades, por supuesto! Me parece increible que hayas acabado el maraton entrenando únicamente un día a la semana. Me quedo por aqui, siguiendo tus aventuras maratonianas :)
ResponderEliminarGracias a ti por lo mismo. Haber si siguiendo tu interesante blog mejoro algo mi bad english.
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