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domingo, 9 de diciembre de 2018

MARATON DE VALENCIA





No me gusta correr en asfalto , menos aún si son 42 kilómetros, ni por el ritmo ni por las vistas, además es complicado ir charlando y no puedes hacer amigos... Si participo en una prueba así tiene que haber un motivo especial y lo hubo.
M amigo Diego, más conocido por el Tigre del Turia (se ha empeñado en que lo llamemos así), me pidió que si podía acompañarle en el maratón de Valencia (había corrido el medio maratón hacía poquito y quería estrenarse en el doble de distancia),  ciudad a la que se había mudado recientemente y como mi hija era le mejor amiga de la suya en el cole antes de marcharse, vi una buena y bonita oportunidad para que volvieran a verse y de paso yo hacía algo de turismo en una ciudad desconocida para mi. También contaba a mi favor que participaría y nos acompañaría nuestro amigo Juanmi.
El tigre cuando participó en la media maratón de Valencia.
Después de los 92 kms de Caravaca, sin ningún objetivo a la vista para finales de año estuve medio vagueando y ni me acordaba de lo del maratón, tanto es así que cuando fui a inscribirme ya no quedaban dorsales (menos mal que el hotel lo reservé con tiempo). Me daba igual lo del dorsal, no iba a anular el viaje y como mi interés por la carrera era la de ser liebre del tigre tampoco me importaba mucho llevarlo.
El sábado previo recogemos temprano a Juanmi que viajaría con nosotros y salimos hacia Valencia, llegando sobre el mediodía. Dejamos la cosas en el hotel y no vamos en busca de la familia Intrigliolo. Besos, abrazos y a comer a un bonito restaurante "La Primitiva" que habían reservado pegado a la albufera, donde pudimos degustar el plato típico de aquí, la Paella, diferente a la murciana pero muy rica también. 
 
La paella y los corredores.
Disfrutando de la comida y compañia.
 Tras la comida nos tenían preparada otra sorpresa, un paseo en barca para ver el interior de la Albufera. 
Comienza el paseo.
El grupo al completo, bueno, falta Gioseppe.
  El paseo estuvo bien, viendo los arrozales, la fauna y flora autóctona y disfrutamos de unas espectaculares vistas. El trayecto iba a ser cortito pero el barquero se vino arriba de lo a gusto que estaba con nosotros y alargó un poquito el viaje pasando a durar cerca de 1h 30’, haciéndose de noche y a pesar de que pasé más frío que pelando rábanos al irse el sol y con la brisilla fresca que hacia, el viaje mereció la pena.
 
La Albufera.
Bonitas vistas
Volvemos a la casa de Diego y allí me comenta que me ha conseguido un dorsal  (estos sicilianos tienen muchos contactos, ni quise preguntar cómo lo hizo), pues perfecto, así no corro de forma ilegal. Dejamos a nuestras familias y nos vamos los tres a la Ciudad de Las Artes a ver el ambiente que se respira y a por los dorsales en el Museo de las Ciencias.
Recogiendo nuestros dorsales.
Ya de vuelta a casa cenamos algo, los que pudieron (yo aún estaba lleno por la paella) y tras dejar a mi pequeña y a Juanmi que dormían en su casa, nos fuimos al hotel a descansar.
El domingo me levanto muy temprano con unas ganas enormes de ponerme a correr 42 kilómetros, las cosas que se hacen por los amigos... Desayuno algo en la habitación, me visto de faena y dejamos el hotel para ir a casa del tigre donde se quedará Isa y yo recogeré a Juanmi y al felino para irnos hacía la salida con tiempo suficiente de aparcar lo mas cerca posible. Varias vueltas y al final encontramos sitio en la misma calle de la salida pero algo (muy) alejados. Nos acabamos de preparar y vamos tranquilamente paseando hasta que empezamos a escuchar música encontrándonos con el final de los cajones de salida. Cada uno llevamos un color distinto de dorsal que significa que vamos en cajones separados pero Diego comenta de ir todos al mismo y salir juntos. El problema está en que no sabemos si eso se puede hacer e ideamos un sofisticado plan que consiste básicamente en que la voluntaria que controla la entrada nos deje pasar. Nos decidimos por el penúltimo cajón, primero pasa Juanmi que es su color y después lo intenta el tigre que accede también sin problemas (dejaban si el cajón era mas retrasado al tuyo). Ahora me toca a mi pero yo no tengo (no se donde la puse) una pulsera que identifica a los corredores y que parece ser que sin ella no se puede acceder ni a los cajones ni a la zona de llegada, menos mal que somos muy listos (dos del trío tienen un doctorado) e ideamos otro minucioso plan, consistente en que Juanmi me pase la suya por la valla metida dentro de un manguito. Lo hacemos y al acceder la voluntaria me para, uy problemas..., pero no, únicamente me dice que yo por el color del dorsal puedo salir desde otro cajón mas adelantado, se lo agradezco y la digo que no, que prefiero ir en el de los "lentos", uniéndome a mis compañeros y devolviéndole la pulsera a su dueño. Veremos después como gestiono lo de la llegada sin ella.
Mientras estamos esperando unos compatriotas del tigre ( te encuentras italianos en los sitios más insospechados) nos hacen unas bonitas fotos.

Los tres juntitos, mision cumplida.

Esperando nuestro turno dentro del cajón.
  Charlamos sobre la estrategia decidiendo hacer la carrera todos juntos yendo a un ritmo cómodo y seguimos con la espera disfrutando del buen ambiente. Los cajones de delante van saliendo y el nuestro se va acercando a la línea de salida hasta que ya estamos en posición para ser los siguientes. Y cuando estamos a punto de salir me tocan por detrás, me giró y es Ignacio, un amigo murciano que también ha venido a participar en este maratón (22.000 personas y coincidimos, que pequeña es la peninsula!..).


Con Ignacio.
Por fin dan la salida y avanzamos todos los corredores muy juntitos los primeros metros. Poco a poco la cosa se va estirando (con perdón) y ya es más fácil correr. Llevamos unos 2 kilómetros y Juanmi me toca el brazo enseñandome una pulsera, mi primer pensamiento es que se va a retirar y que me da la suya, pero no, se la acaba de encontrar en el suelo, me la pongo y respiro tranquilo sabiendo que si no aparece el dueño puedo acceder a la zona de meta sin problema ( 40 kilómetros después comprobaré que no hacía falta la dichosa pulserita).
Vamos los tres juntos con un ritmo entre 4.45" y 5.10", un poco alto creo pensando en mis compañeros, Juanmi comentó  que iría a 5'.30" y para el Tigre es su primer maratón , así que voy un poco preocupado por ambos. Son los primeros kilómetros y todos nos sentimos fuertes aunque luego se puede pagar.
Nos acercamos a la zona de la universidad tras pasar por un bonito barrio que Diego comenta que era de pescadores (nos hizo de guía turístico). Los corredores ya vamos bastante separados, seguimos con el mismo ritmo y yo me doy cuenta de que vamos constantemente pasando a corredores comentándoselo a mis compañeros. Por esta parte no hay mucho público y al poco que hay es Diego el que les anima para que nos animen, ya le explico yo que tiene que ser al revés, pero era divertido ver como les voceaba y la gente reaccionaba al instante aplaudiéndonos al pasar y como a este le gusta poco dar la nota...

 Los kilómetros siguen  pasando, mismo ritmo, misma zancada, calles y edificios parecidos  y yo me empiezo a acordar de mis montañas viendo lo diferente que son unas carreras de las otras. Sobre el kilómetro 17 Juanmi decide aflojar y seguir con un ritmo mas tranquilo (un tío inteligente), yo, al lado del tigre que sigue fuerte y no aminora. Pasamos el km.21 en 1h45'58", casi mi mejor marca en una media (6 años hace) y yo que pensaba venir a pasearme...., pero veo que el tigre sigue fresco, de hecho le tengo que regañar y  explicar en varias ocasiones que la liebre (yo) tengo que ir por delante y no al revés.
Sobre el kilómetro 25 Diego me comenta que si quiero tirar para delante que lo haga, haciéndome sospechar que ya empieza a pagar el esfuerzo de ir tan rápido en estos primeros kilómetros (por fin), quedándome mas tranquilo. Aprovecho en una zona de avituallamiento donde hay bastante gente animando para coger una botella de agua y rellenar la que yo traía (había salido con ella) teniendo que ponerme a caminar sin perder de vista a Diego que se me está alejando unos metros. Creo que vamos a empezar a ir por el centro de Valencia y como no sé si por allí se podrá parar a hacer pi-pi veo en esta parte un buen sitio y me detengo a evacuar. Acción que me lleva cierto tiempo (cuando manipulo peso me lo tomo con tranquilidad). 
Ya en carrera de nuevo oteo el horizonte para ver si veo al tigre que se me ha escapado, pero de momento no diviso su pelaje, no pasa nada, si es cierto que no va muy bien, tarde o temprano me lo encontraré. Llego al kilómetro 30 en 2h31' ( joer y yo queria ir tranquilo), es una rotonda y aminoro para ver si localizo a Diego ya que sabía que aquí había quedado con un familiar pero no le veo y me extraña. Me entran las dudas.., le habré pasado sin darme cuenta?, se habrá retirado? o no estaba tan mal como yo pensaba y el tío sigue tirando fuerte?, porque yo llevo un buen ritmo (5' km) y no le alcanzo.
Estoy llegando al km.38 donde previamente habíamos quedados con nuestras familias, allí preguntaré si le han visto pasar. Me ve mi niña a lo lejos y sale a mi encuentro. Me detengo a saludar y pregunto si le han visto pasar, si, ha pasado hace un ratito sin pararse  y casi sin saludar, ! pero que prisa tiene este tío!??... 


Diego en el km.38
En el km.38 también.
 Me tomo mi tiempo y salgo en su busca dudando ya de si lo alcanzaré y como no estoy seguro de ello y yo aquí había venido de acompañante y no a correr en plan serio decido aflojar e intentar disfrutar un poco de las vistas, más bonitas ahora que paso por el centro. 

Llego a una carretera que va paralela al antiguo cauce del Turia con mucha gente a los lados animando. Sigo con mi rimo tranquilo fijándome bien en los corredores por si veo al tigre, al fondo ya se ve la Ciudad de las Artes y Ciencias donde se encuentra la meta. Ahora que estoy liberado de mi labor de liebre aflojo aún más, estando algo cansado de tanto asfalto. Hasta el km.39 prácticamente no he parado de adelantar a corredores y ahora me están pasando muchos a mi pero no me preocupa, solo quiero llegar.
Un giro cuesta abajo a la izquierda y me acerco por fin al recinto de llegada y cuando voy por encima del agua a escasos 50 metros de la meta me pongo a caminar para disfrutar de una bonita entrada en 3h41'55" según mi gps., que para no querer correrla no es mal tiempo y yo que pensaba que tardaríamos sobre las 4 horas y pico...
La llegada de el Tigre del Turia.
El bonito recinto de llegada.

Nada mas llegar me envuelven en papel de regalo y me dirijo a la salida. Paso por un control donde dan la medalla de finisher y tras piropear a una simpática voluntaria con unos ojos muy bonitos (me obsequió con un plátano después) salgo del recinto dirigiéndome al punto de encuentro acordado previamente con mis compañeros, imaginando que el tigre estaría ya ahí descansando.
Reponiendo hidratos vestido de fiesta.
Envueltos para regalo.
Efectivamente, ahí estaba ya el Tigre del Turia con esa sonrisita suya saludándome envuelto también con el traje espacial. Le felicito por su gran carrera a pesar del poco tiempo que lleva corriendo, 3h34' en su primer maratón (a ver quién le aguanta ahora que ha llegado el primero) y juntos nos sentamos a esperar a Juanmi que llegó un rato después haciendo mejor marca que en su anterior y primer maratón.
La compañía lo mejor.
De camino al coche me fijo en Diego que va extrañamente callado y veo por su cara que no está bien, imaginandome lo que le pasa      ( uno que tiene experiencia en esto). Le pregunto y efectivamente no se encuentra bien estando un poco angustiado. Le tranquilizo diciéndole que esa sensación la he tenido yo muchas veces en carreras y que se le pasará, una veces tarda más y otras menos pero seguro que se le pasará. De momento nos dice que nos detengamos un momento a ver si se recupera y se tumba en una acera debajo justo de una papelera donde al poco tiempo un trabajador del servicio de limpiezas nos pide amablemente que si podemos mover al "sujeto" porque tiene que vaciarla, a lo que Juanmi, jugandose su puesto de trabajo (Diego es su jefe) le dice que no se preocupe si le da con ella, así acaba de rematarle. 
Menos mal que no hizo falta hacerle el boca a boca.
 Al poquito tiempo y tal como le advertí, su malestar desaparece milagrosamente y se vuelve a encontrar perfectamente reanudando el camino hacia el coche que según creo yo nos lo movieron de sitio porque estaba mucho mas lejos que a la ida.
Juanmi, que se empeño en mover el semáforo.
De camino a casa Diego encarga unas pizzas a otro paisano suyo y una vez duchados disfrutamos de una agradable comida comentando nuestras respectivas carreras y planeando cuando y donde podremos repetir, veremos que se decide.
La vuelta a Murcia tranquila y yo feliz por el bonito fin de semana vivido en Valencia y que repetiría sin duda a pesar de que estas no son mis carreras favoritas.

viernes, 30 de noviembre de 2018

ANIBAL RACE EPIC TRAIL - 22KM - 85O D+





Mi intención era haber participado de nuevo en la Costablancatrail pero mis amigos del Csic Team se inscribieron a esta y  no me lo pensé dos veces, bueno si, pero al final me apunté. Correr al lado de casa tiene sus ventajas y si encima lo haces en buena compañía y la familia estará en la meta, o casi (es que fui demasiado rápido)  me hizo decidirme.
El día de la carrera acudí al Centro Deportivo Verdolay, lugar donde estaría la salida y meta con Diego (el tigre del Turia) que vino desde Valencia junto a su familia, 
 
Listos para ir a la carrera.
y ya allí nos encontramos con el resto del Team, Juanmi, David que venían con sus parejas y un miembro nuevo (con perdón), Nacho, que iba a participar en la prueba de 14 kms. También había otra prueba de 28kms que salían dos horas antes que nosotros.
Les hacia ilusión a los chicos....
Nacho, David, Juanmi, servidor y Diego, el tigre del Turia.
 Las estrategias las teníamos claras, ellos pelearían por ver quien llegaba antes para luego en el trabajo tener sus piques (son como niños) y yo me limitaría a  disfrutar de la carrera, solo o en compañía de alguno de mis amigos, olvidándome de podiums ya que habían ampliado mi categoría por abajo varios años y no tenía muchas espectativas de estar en lo mas alto.
Pasamos al corralito, nos deseamos suerte y salimos subiendo a buen ritmo por una carretera. 
A puntito de salir.
 Un kilómetro mas tarde empiezan las primeras cuestecillas adentrándonos por el Valle. He salido  bastante "alegre" y llevo a Diego pegado a mi un poquito detrás. 
Adentrandonos el el Valle. Este corredor me vio volar.
 Cruzamos una carretera y comenzamos a subir por "las tuberías", una subida no muy pronunciada o corrible de unos 3 kilómetros que va haciendo zig-zag por la que habré pasado "cienes" de veces entrenando. El recorrido me lo conozco muy bien, no solo porque  habitualmente entreno por aquí si no porque también la semana anterior y parte de esta hice el track de la carrera completo 3 veces (o me paso o no llego).
No se en que posición iré, calculo que entre los 30 primeros yendo los corredores bastante espaciados. Voy subiendo detrás de un grupito que llevan muy buen ritmo e intento pegarme a ellos. Por la mitad de la subida escucho a Diego voceando dándome ánimos y sonrío, esperando que no se tire así toda la carrera, que lo conozco y habitualmente le gusta ir dando la nota (los sicilianos por lo visto son así). Acaba la zona de zig zag y nos desviamos hacia la izquierda por otro camino ascendente que nos llevará a los pies de un corto pero intenso cortafuegos por el que también he pasado mas veces que por el salón de mi casa. Este tramito lo hago caminando hasta que salimos a una pista que sigue subiendo por la izquierda en dirección al Relojero. Aprieto un poco para alcanzar a los corredores que llevo delante y en una curva les veo el dorsal, ostras!! sin son de la de 14..., ya decía yo que iban algo rápidos y aflojo un poco, que sé que aún queda mas de la mitad. 
Aquí nos separaban de los de 14kms.
Llego al avituallamiento del km.5 en un cruce donde no paro, solo saludo. Todos los corredores que llevo delante se van hacía la derecha (14kms) y yo por la izquierda siguiendo la pista que ahora va en suave descenso unos 4 kilómetros en dirección a la Cresta del Gallo. Aprovecho el terreno favorable para apretar adelantando  a un corredor. Voy pensando que quizás voy algo rápido pero  se que lo más duro ya esta hecho así que sigo así.
Ahora me adelantan a mi, intento seguirle la estela pero va demasiado rápido y vuelvo a mi ritmo. De pronto empiezo a escuchar música ??, sé que tengo alucinaciones cuando llevo dos noches en carrera pero en una cortita....Una música muy rara que oigo cada vez mas fuerte y cerca.
Me pasa otro corredor con música incorporada, música mas para dormir  que para correr, pienso yo, pero sobre gustos.....
Poco a poco me voy acercando al primero que me adelantó pasándole unos metros antes de llegar al avituallamiento del km.9 donde tampoco paro y en el que está reponiendo fuerzas o cargando pilas el music runner.
Giro de 180º y  vuelvo paralelo a la pista de antes solo que ahora corro por una senda. El tigre y mis otros amigos no se por donde andarán, no los he vuelto a ver ni escuchar, esperando que estén disfrutando del recorrido que por aquí es un poco rompe piernas aunque se puede correr todo ya que las subidas son bastantes cortitas. Vuelvo a oír música de nuevo pero ahora sonrio al escuchar rivers flow in you, una de las canciones que le estoy enseñando a tocar en el piano a mi pequeña (al final parece que no tiene mal gusto el compañero). Voy tan concentrado en la música que me equivoco de senda y este chaval me tiene que avisar. Nada, media vuelta y me pongo justo detrás de él, pero el tío va rápido y al poco tiempo desaparece él y la orquesta. Esta zona para mi es la mas bonita de la carrera. Se puede ver la parte menos conocida del Valle, el paisaje lunar y las murallas de King-Kong. 
Al fondo las murallas de King Kong.
 Paso por las Navetas, bajo por una pequeña rambla , se asciende por un sendero y salgo a una pista a pocos metros del avituallamiento por el que pasamos en el km.5 (ahora el 14).
Me salgo del camino y subo por una senda que me lleva al Relojero, la parte más alta de la carrera. Solo queda bajar. 
Subiendo al Relojero por la senda.

Bajando del Relojero por los toboganes.

Dejo las Antenas, unos toboganes, otra bajadita, ahora una subida por un camino, un tramo de pista y de nuevo a una senda paralela a la pista que lleva a las Columnas.
Nacho

En esta senda, primero con un tramo de subida, adelanto a algún corredor y justo cuando empiezo a bajar, en la parte con mas pendiente, me tropiezo y a volar.., cayendo de cabeza, boca abajo todo lo largo ( o corto) que soy en un posición muy rara y de la que me costó levantarme. La caída podía haber sido muy mala pero milagrosamente no me hice nada solo algún raspón en rodilla, codos y mano . El corredor justo que venía detrás, que casualmente es el mismo que sale en la foto del principio a mi lado,  viendo lo que sucedio, se interesó por mi (gracias). Estoy bien, lo hago habitualmente, le dije y seguí bajando un poquito mas lento hasta que llegué a las columnas, otra bajada en zig-zag de un par de kilómetros que normalmente entrenando la hago al revés, o sea, subiendo.
Pese a que no soy buen bajador en este tramo adelanto a 3 corredores mas antes de llegar a la Balsa, donde el gps me canta que llevo 2 horas y quedan unos 3 kilómetros, sorprendiéndome, porque cuando he entrenado el recorrido por aquí llevaba casi 3 y pensaba que podía rebajar ese tiempo en unos 15 minutos pero no casi 50'.
Y en vez de estar contento estoy preocupado porque habíamos quedado con nuestras familias en meta teniendo en cuenta que tardaríamos sobre las 3 horas y sospecho que voy a llegar antes que ellos.
La zona desconocida para mi de el Valle.
Sigo con el ritmo que he llevado en la carrera afrontando esta ultima parte por una zona que era desconocida para mi llegando por fin a las primeras casas de la  Alberca y en la última subida previa al asfalto aprovecho para llamar a ver si  tengo ya al comité de bienvenida esperando. Están buscando aparcamiento, me dicen.
Queda solo el último kilómetro cuesta abajo  y aunque voy muy bien y con fuerzas aflojo un poquito, que me veo llegando antes de tiempo. Giro a la derecha, al fondo a la izquierda y enfilo la larga bajada a meta al trote, oteando el horizonte viendo solo a Nacho (que había llegado hacía bastante rato), Daniela y Silvia (las parejas de Juanmi y David) que me animan al pasar. 
Entro al Club Verdolay sin ver a quien yo quería y cruzo la meta con un tiempo de 2h16'02" en la posición 26. 
Nada, fue llegar y a los 30" apareció mi niña con parte del grupo y al menos pude hacer la reentrada con ella (lo mejor de la carrera). 
Mi llegada buscando a mi family.
Repitiendo la llegada en la mejor compañía.
Y ahora cerveza en mano a esperar al resto del Team. No me la he acabado de beber  cuando llega Diego a solo 4' de mi ( en Socovos Trail le saque media hora) sorprendiéndome por su evolución con el poco tiempo que lleva corriendo. Me temo que mis días de gurú líder del grupo se me van a acabar pronto, aunque yo seguiré siendo más guapo.
Llegada del tigre muy bien acompañado tambien.
 Al ratito llego David y después Juanmi , gran carrera también de los dos, haciendo el Team pleno en esta ocasión.
Llegada de David.

Llegada de Juanmi.
Y bueno, la sorpresa para mí fue que al consultar las clasificaciones aparecía como segundo clasificado, o sea que al final la cosa no se dio mal del todo y compensó lo de la caída y mi llegada antes de tiempo. Recogí mi trofeo y pá casa a prepararnos para salir que aún quedaba la cena con el resto de compañeros de carrera y familia, disfrutando con menos sudor de una agradable velada.
Mi trofeo en la mano izquierda y el premio en la derecha.
Fue un bonito día, nos lo pasamos muy bien antes, durante y después, y seguro que repetiremos. De momento ya hay plan para hacerle de liebre a Diego en el Maratón de Valencia, 42 kilómetros de asfalto, que pereza me da........

domingo, 14 de octubre de 2018

90K CAMINO DE LA CRUZ - 92,2 KM - 1.100 D+




Estoy haciendo una salida corta por el río y voy pensando en esta carrera, dudando si apuntarme o no porque el año pasado recibió algunas críticas. No sé qué hacer y decido que después en casa le mandaré un mensaje a Jesús Molina que la hizo el año anterior y que me aclare dudas. Dos kilómetros más tarde me encuentro de frente precisamente con Jesús, casualidad?,  haciendo Fartlek entrenando justo para esta prueba. Me aclara las dudas y esa misma noche me inscribo.
Me he pasado el verano haciendo solo salidas cortas un poco para mantener la forma y septiembre entrenando desnivel para una posible ultra en Noviembre, solo quedan 15 días y sé que no es la preparación ideal para una carrera tan “llana” no quedandome tiempo para hacerlo. Y  15 días antes, como estaba inscrito desde hacía tiempo, participo  en el Trail del Gavilán, una carrera de 28 kilómetros, dura y con bastante desnivel (1.800 +) que no creo que vaya muy bien como entrenamiento de una ultra con este perfil.
Con las dudas sobre mi preparación, el viernes 5 me acerco junto con mi niña a la feria del corredor a recoger mi dorsal. Saludo a algún conocido, charlo un rato con Juanjo Larrotcha, corredor élite que también participa y ya os adelanto que fue el ganador de esta edición, dejo mis bolsas para el km.51 y meta, y nos marchamos a casa a descansar que al día siguiente hay que madrugar.
5.45, ya estoy en la puerta de la Catedral de Murcia junto a otros mas de 800 corredores listo para iniciar esta segunda edición de los 90k Camino de la Cruz, una carrera de 92,250 kms., con llegada en Caravaca de la Cruz y  un recorrido “fácil” en continuo ascenso desde la salida.
Me coloco en las primeras posiciones, saludo a Jesús M y a Juanjo L y  mientras espero a que den la salida pienso en la estrategia que voy a seguir, dudando entre salir a buen ritmo los primeros 50 kilómetros y hacer el resto como pueda o bien salir directamente muy conservador, lo único que tengo claro es que no quiero limitarme simplemente a llegar, siendo para mí un buen resultado si hago entre 10-12 horas sabiendo que no he preparado bien la prueba. He configurado mi GPS para que me muestre en pantalla solo la velocidad media y los kilómetros totales y me pongo de referencia   9.3 km/h para llegar antes de 10h 30' a meta.

Así de borroso o dudoso veía como iría la carrera.



Buen ambiente previo

Preparados para salir.
Dan la salida con algo de retraso, un poco de carretera y enseguida enlazamos con el río Segura subiendo por su margen izquierdo donde está el carril bici. 

Jesús Molina en las primeras posiciones.

Al final el ritmo ha salido solo y voy muy cómodo junto a bastantes corredores. Aunque es aún de noche llevo el frontal apagado en la mano ya que me conozco muy bien esta parte de entrenar frecuentemente por aquí y además los demás corredores me van “iluminando”. 

Si no va todo ok en los dos primeros kilómetros.....
Paso al lado de mi casa y sigo río arriba hasta llegar a la contraparada donde me detengo un momentico a hacer pipi al lado del avituallamiento. Dejamos el carril bici y seguimos ahora por la mota del río. Aquí, aunque también me conozco muy bien esta parte, si hago uso del frontal en mano al ser el terreno algo más irregular. Llego a  Rivera de Molina, un tramito de carretera y volvemos a la mota del río. Más adelante subimos unas escaleras para incorporarnos a la vía verde haciendo un giro hacia la izquierda. Me enteré al final de la carrera de que el primer corredor que iba en este punto destacado giró a la derecha siguiendo al ciclista que le hacía de guía llegando hasta el campus de la universidad en Espinardo (4 kilómetros de ida y 4 de vuelta) teniendo que volver descorriendo lo corrido. Que putada y no lo entiendo, con lo bien señalizado que estaba.
Llego a Molina y  de nuevo voy pegado al río Segura. Miro por primera vez el gps, km.20 y 9,7km/h, más lento de lo que creía  pero voy por encima de mi previsión. Pregunto la hora a un señor que está indicando el camino en un cruce ya que no llevo reloj y me dice que son las 7 y 14, hago un cálculo rápido, hemos salido a las 6 y 8…, 20 kms en 1h06’, ¡¡ostias!!  casi record de España, si que he mejorado, pero algo no me cuadra, me temo que le he ido a preguntar al único canario que vive en Molina. Pregunto en el siguiente cruce a otro voluntario y me dice que son las 8 y 15, uff,  me quedo más tranquilo, sigo siendo un corredor del montón.
Corro ahora  por terreno desconocido dejando atrás el río y en muy poco tiempo llego a un nuevo avituallamiento en la antigua estación de Alguazas donde su ayuntamiento aprobó la construcción de una biblioteca y espacio para jovenes, siendo el ganador del concurso para su diseño y proyecto el arquitecto alicantino D. Jesús Navarro, pero veo que a fecha de hoy sigue sin realizarse.
Aquí no tenía pensado parar y cuando voy a pasar de largo miro viendo que tienen melón y doy marcha atrás, para quien no lo sepa es mi fruta favorita. No está muy bueno y tras 5 trozos sigo mi camino, no sin antes decirle a una simpática espectadora que me saque una foto para que veáis lo bien conjuntado que voy. 

Posando en la antigua estación de Alguazas.
 Cruzo un puente de hierro sobre las vías y continúo mi peregrinación de nuevo por la vía verde.
Aquí el terreno empieza a picar más hacia arriba. Sigo sin parar de correr y comprobando que mi velocidad sigue en 9,7km/h.  He salido con un softflask en la mochila  y botella de agua en mano que es la que voy usando. Paso un cruce donde indica que los Rodeos está a 8,3kms, cruzo un puente de madera y empiezo una larga subida. La botella de agua se agota y viendo un contenedor cerca la tiro, cinco minutos después de hacerlo empiezo a notarme mojado el costado…, no me lo puedo creer, el softflask pinchado y sin usarlo..., es el cuarto que se me pincha en una carrera, pues nada a aguantar hasta el km.51 donde he dejado una botella de agua con gas o comprar una en algún sitio.
Esta parte del recorrido es más feílla y me voy entreteniendo con los corredores con los que voy coincidiendo. Llego al avituallamiento de los Rodeos y me siento unos segundos en un bordillo ya que empiezo a tener las piernas algo tiesas. Recargo el bidón guardándolo del revés (el pinchazo está justo en el culo) y sigo mi camino.
 Por fin un poco de cuesta abajo que me viene bastante bien para descansar algo las piernas. Esta zona también la conozco de venir a visitar a un amigo, Joaquín, que tiene casa aqui. 
Creo que no llevo un ritmo malo pero no paran de pasarme corredores desde la salida, pienso que a más de uno le veré más adelante pagando el sobre esfuerzo pero la verdad es que a poquitos les volví a ver. 

Al fondo, la finca de Joaquín en Los Rodeos.
Un corredor me adelanta, mas con pinta de motero que de atleta, grande, con poco pelo, cinta en la cabeza y barba prominente, me da que no es de por aquí. Lleva algo escrito detrás en su camiseta de tirantes, “Steven El Escocés” pone, pues si acerté, murciano no es. 

Yo
En la camiseta pone quién es.
Al poco le veo parado al borde del camino y al pasar a su lado le animo, Go Steven go, le digo. Reanuda su marcha y se pone a mi lado, ¡ ostras! este se ha cabreado por lo que le he dicho, pero no, me saluda y nos ponemos a hablar en inglés contándonos un poco de nuestra vida. Le deseo good luck y seguimos cada uno con nuestra carrera, separados pero juntos ya que estuvimos los 50 siguientes kilómetros adelantándonos y coincidiendo en los avituallamientos.
En Campos del Río paro en el avituallamiento llegando con bastante hambre (raro en mí), como algo de melón, relleno el bidón con isotónico y salgo dando cuenta de un par de sabrosos sándwiches. 

Aterrizando en Campos del Río.
El dolor de piernas es ya casi insoportable pero el terreno es tan favorable que no tengo excusa para ponerme a caminar y sigo corriendo. Paso el km.40 en 4h19’ y mantengo una velocidad de 9,5km/h siguiendo por encima de mi previsión.
Llego a los Baños de Mula y siguiendo la vía verde me dirijo hacia la Puebla de Mula donde paro lo justo para rellenar isotónico. 
Aquí, aparte del dolor de piernas, empiezo a tener el sóleo derecho algo sobre cargado y comienzo a  alternar correr con caminar en las partes más duras por temor a que se me contracture. Un tramo de carretera y por fin llego al km.51 donde he dejado una mochila con cosas. Me siento tranquilamente a comerme un sándwich con una fanta, me cambio solo la camiseta y salgo sin perder demasiado tiempo viendo que voy 1km/h por debajo de mi mejor previsión.


Descansando unos minutos en Mula. Ya queda menos de la mitad.
Ahora viene la parte más dura, 20 kilómetros con el recorrido picando mas hacía arriba y tengo que alternar correr con caminar aunque la verdad es que las piernas casi me duelen igual andando que corriendo.
Llegada al Niño de Mula donde hay bastante gente animando, recargo mi botella en el avituallamiento y seguimos camino por la vía verde con un recorrido ahora bastante bonito que sigue picando bastante hacia arriba.

No me apetecía saludar, qué pasa?

This guy you know who is.
Paro en su avituallamiento y me encuentro a otro corredor con el que he coindicido en alguna carrera, Carmelo  y que al igual que yo ha participado en la Andorra Ultra Trail, charlamos un momento y salgo trotando en busca del siguiente descanso o avituallamiento al que llego en..., no se cuanto tardé porque dejé de mirar el Gps hace tiempo.

Carmelo descansando (es el de azul).
Aquí aparece el amigo Steven siendo el centro de atención y  bromeamos con los voluntarios preguntándoles si tienen whisky para él, pero no, no tienen, así que nos vamos.
Tras 8 largos y tediosos kilómetros y un pequeño tramo de carretera por fin estoy en  el km.70 con un tiempo de 8h53’ y ya tengo claro que me voy a más de 11 horas, no pasa nada. 


Cerquita de Bullas.
Veo que tienen cerveza y ante otra cosa mejor opto por tomarme una sentado tranquilamente mientras me como otro sándwich. 

Tomandome el aperitivo.
Me dispongo a salir y me saluda un corredor,  Juanma al que conocí en la Quixote Legend y que tiene un pequeño problema en un pié que le impide correr con normalidad. Me despido y con bastante dolor comienzo a correr por las calles de Bullas y de nuevo por la vía verde con la misma rutina de alternar correr con un poco de caminar, por lo menos ahora el terreno se suaviza e incluso pica un poco hacia abajo.

Usando uno de mis super poderes para descansar las piernas.

Juanma ( no le hagais caso que no iba bien).

Steven, a very nice guy.
A partir de aquí fui adelantando a participantes del maratón que lo estaban haciendo andando siendo el recorrido también mas bonito transitando por un camino con bastante vegetación  y pinadas rodeándonos.
 Parece que las piernas van algo mejor, ya no super duelen, solo duelen y puedo alargar bastante los tramos que hago corriendo. Me da mucha rabia no poder llevar un ritmo más alto porque no estoy nada cansado, de respiración voy muy bien y con las pulsaciones bastante bajas pero con las piernas así me es imposible. Tengo claro que este tipo de carreras hay que prepararlas como se debe y que entrenar montaña te puede asegurar llegar pero si quieres hacerlo bien de verdad hay que entrenar el llano.
Bueno, estoy en el km.80. Paro solo a rellenar agua y al salir se me une un corredor jovencito, Jose Antonio que va viendo la clasificación en su móvil y me dice que va segundo en su categoría siendo esta su primera ultra. Comentamos lo diferente que van a ser estos 11 kilómetros que nos quedan con la misma distancia hace una semana entrenando o dentro de unos días.
 Vamos corriendo sin apenas caminar solo en algún momento puntual, yendo mis bonitas piernas algo mejor. En esta parte volvemos a coincidir con una corredora, María Isabel (2ª en su categoría) y siempre que la adelantamos le digo lo mismo “venga, que ya solo quedan 10kms” (ya sé que no lo entendéis, es una broma entre nosotros que tiene que ver con los kilómetros que te dicen los voluntarios que quedan, variando la distancia según a quién preguntes).
Último avituallamiento en el km.84 donde coincidimos con algunos corredores con los que hemos compartido esta última parte, Steven incluido, que al igual que yo lleva las piernas más tiesas que un playmobil.
Relleno agua y salgo junto a Jose Antonio para hacer los últimos kilómetros. Nos adelanta María Isabel, “venga que solo quedan 10 kms”,  ella muy simpática nos sigue el juego y nos comenta que tiene a su pequeña esperándola en meta. Seguimos marcha con un ritmo bastante decente y con muchas ganas ya de llegar.
 Hasta ahí no estaba muy contento por cómo había ido mi carrera, mi tiempo se iba a ir cerca de las 12 horas cuando pensaba que sería por lo menos 1h 30’ menos pero hay que ver el lado bueno, no había entrenado para esta carrera y en ese momento iba pegado a un chaval al que le doblaba con creces la edad, al mismo ritmo. No lo estoy haciendo tan mal pensé y bueno, me sentí mucho mejor.
Cada poco tiempo J. Antonio sigue preguntando cuanto falta, su novia que está en meta esperándole, le ha comentado que puede llegar antes de 12 horas. No te preocupes que si hay que correr por amor se corre (esto no se lo dije) pero sí que los últimos 5 kilómetros los iba a hacer sin parar de correr (pensando yo que la mayor parte iba a ser cuesta abajo, cuando fue justo al revés). Ya estamos muy cerca pero no se ve aún Caravaca.  Reconozco una subida que se hace en la Falco Trail  y ahora si me sitúo ,teniendo claro lo que falta. Cruzamos la autovía y cogemos otro tramo de vía verde, pasamos por un túnel y tras un breve descenso volvemos de nuevo a ir cuesta arriba. Curiosamente, a pesar de los kilómetros que llevo y del dolor de piernas, estos últimos 10 kilómetros los hice casi al mismo ritmo de la salida. 
Jose Antonio me comenta de entrar juntos a meta, no le digo nada, pero no lo voy a hacer.
Tenemos Caravaca a la vista. Subimos por una alameda que se me va a hacer eterna, adelantamos  de nuevo a M.Isabel, diciéndole lo de siempre  y que ya lo tiene ahí.

Con Jose Antonio a menos de 3 kilómetros para la meta.
Más Alameda que no acaba nunca y por fin las primeras calles de la ciudad. 
Vemos un cartel que indica que solo faltan 300 metros, comenzamos a subir una calle peatonal (la cuesta con mas desnivel de toda la carrera) y a falta de unos 100 metros le digo a mi compañero que tire él delante, frenándome un poco. 
Es su primera ultra, va segundo y su novia le espera en meta, creo que tiene que entrar solo y disfrutar con ella del momento único (llámame romántico).
Ya solo, sigo corriendo esta cuesta escuchando cerca la megafonía de la llegada. Diviso por fin una alfombra verde y me encuentro con Jesús Molina (cuarto clasificado haciendo un carrerón)   que está esperando a Pilar, participante en el maratón, le choco la mano y me hace un par de fotos. 

Sonriendo a Jesús Molina.

Últimos metros.
Entro en la plaza de los Arcos y cruzo la deseada meta. Saludo  felicitando a J.Antonio que está al lado de una chica muy guapa y me acerco al control de tiempos para saber mi posición. Has quedado en una cifra muy bonita, me dice el organizador, el 100 de 884  (entraron en meta 527) y  8º en tu categoría (sin tramposos quizás el 90), con un tiempo de 11h54’50”.

Dolorido pero feliz.
Llegada de Juanjo Larrotcha, el ganador de la prueba.
Llegada de Jesús Molina, 4º clasificado de la general.

Llegada de Jose Antonio.

Llegada de María Isabel.
Llegada de Steven "el escocés".

Juanjo y Jesús compartiendo podium, dos grandes de este deporte.
Lo peor de la carrera sucedió al llegar. Me debí quedar frío y me era literalmente imposible dar un paso del dolor de piernas que tenía, en ninguna carrera me había pasado (y ya llevo unas cuantas y algunas bastante duras). Como pude conseguí llegar al polideportivo a ducharme, alegrándome de que los autobuses que la organización había habilitado para volver a Murcia salieran desde allí mismo y me ahorraran otra caminata. Al día siguiente caminaba como chiquito pero poco a poco todo se estabilizó y un día después prácticamente estaba recuperado y sin molestias y encima con ganas de repetir, estamos locos o qué?.

Me ha gustado mucho la carrera, es en su mayoría bonita, está bien organizada, muy animada y con numerosos avituallamientos. Quiero volver a hacerla pero esta vez preparándola como se debe. Y  no estaría mal que algún año cambiaran el recorrido de sentido y terminara en Murcia y su bonita Catedral.

MATERIAL UTILIZADO
Zapatillas Altra Lone Peak 3.5
Calcetines Hoko
Esparadrapo Hipoalérgico  3M
Vaselina pura
Boxer running Kalenji
Pantalón corto con malla incluida Under Armour
Pañuelo tipo buff
Camiseta corta Sport Hg
Camiseta corta Salomón Advanced Skin
GPS Garmín Foretrex 401
Mochila Aonije
Soft Flask Dynafit
Móvil Samsung S8
Gorra Nike
Gafas de sol Evox
Frontal Onnight 100
ALIMENTACIÓN E HIDRATACIÓN
1 Barrita Keepgoing Triforza sabor mandarina
12 Trozos de melón
4 Trozos de regaliz
2 Sandwichs de jamon york y queso
1 Sandwich de salchichón
1 Mosquito
1 Trozo de alfajor
2,5 Litros de agua
1 Litro de isotónico de naranja
0,5 Litro de agua con gas
1 Mini lata de fanta (25cl)
1 Lata de cerveza