Me he levantado con una renovada ilusión, la semana pasada "doblé",. corrí sábado (llano) y domingo (monte) yéndome francamente bien y estoy deseando repertirlo. Aparte, voy a estrenar unas zapatillas para montaña, casi minimalistas, las Peregrine.
Sábado día 4.
Elijo la ruta que va por el río, ir a la contraparada y volver (12 km). Comienzo con las ya habituales molestías en mi muslo derecho, pero a los pocos kilómetros las molestías desaparecen. Me encuentro bien, con ganas. Tenía pensado ir a un ritmo suave sabiendo la salida de mañana, pero no puedo evitar subir el ritmo al encontrarme tan bien, lo hago y sigo yendo cómodo. Término en 1h 03' y sin ninguna molestía, ¡¡¡ fantástico !!!.
Domingo día 5.
Salgo temprano ya que al querer hacer una ruta nueva no sé el tiempo que estaré corriendo. Voy a ir a la zona montañosa de la semana pasada pero acortando la ida para poder estár más tiempo en los montes haciendo el cabra. Al llegar a la zona comienzo por el sendero de la semana pasada, hoy voy solo ya que mi compañero de corridas Manuel (corrida=salir a correr habitualmente, no confundir con fiesta nacional o con lo otro, mal pensados) participaba hoy la Media de Mazarrón. Voy bien, las zapatillas cómodas, pesan muy poco y no tienen prácticamente caida entre talón y punta lo que me permite correr con mi "nueva técnica", son las Peregrine, compradas en Ranning, tienda que recomiendo, buen trato y saben mucho sobre esto de correr. Comienza la primera gran subida, me gusta, me encuentro mejor que la semana pasada y no tengo que caminar ningún tramo. Sigo con los sube bajas hasta que encaro la segunda gran subida, más larga que la anterior, me cuesta pero la hago sin pararme. Bajando me topo con los de las motos de la anterior salida, me echo a un lado pero al pasar tan pegados me saltan algunas piedras que casi me dan, ¡¡ no, si en una de estas o me atropellan o me descalabran, cabrones !! (lo digo, no lo pienso). Sigo con sube bajas suaves, voy admirando el paisaje, hace sol y algo de aire que molesta lo justito. Llego a la tercera gran subida, esta vez no me desvio por un sendero que desemboca en esa cuesta hacía la mitad, sino que sigo recto afrontándola de frente, pienso que esta la subo andando algún tramo seguro. Empiezo la "escalada" sin mirar arriba (que se me hace mas largo), voy pensando en que punto me pararé y con ese pensamiento llego hasta arriba, uff, no me lo creo, de un tirón. Ya arriba disfruto del paisaje, las vistas son muy bonitas y a pesar de que hace bastante más aire que antes y frío, tengo tiempo para sacar unas fotos.
Decido hacer el camino de vuelta por el mismo sitio, mis piernas van bien y no tengo ninguna molestía aunque ahora tocan las bajadas y no me gustan nada. Me cuesta bajar, ¿algún día aprenderé a hacerlo bien?, o me escurro o voy lento o me duele el costado de forzar la posición. Los sube bajas me cuestan un pelín más ahora, sobre todo los sube. Llego al final del terreno montañoso y comienzo el llano de vuelta a casa. A unos 3 kilómetro antes de llegar ...., ¡¡ vaya !!, la rodilla me empieza a molestar por la parte de la corva y tengo que bajar el ritmo bastante. Pienso en la media que corro en Orihuela el domingo siguiente y como la molestía no remite me pongo a andar, haciendo lo poco que me queda trotando y andando. Total 21 km en 2h 24' incluyendo la fase con trote cochinero.
A pesar de la molestía-dolor del final estoy contento con el recorrido, más tiempo haciendo el cabra que la última vez y non stop. Y muy contento con las peregrine, cómodas y con buen agarre.
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