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domingo, 6 de mayo de 2018

CALLOSA EXTREME - 22 KM . 1650 D+


Callosa. Alli arriba, al fondo, había que subir 2 veces ( y bajar).


Tomando un café con Jesús Molina, un chaval que está empezando en esto del correr , este es su blog http://corriendodesdeelllano.blogspot.com.es , me habla sobre una carrera esa misma semana al lado de casa con unas pedazo de subidas que te dejan fino. Bah!, este es un exagerao, pienso yo. Ya por la noche en casa, investigo sobre la carrera y encuentro  una que se llama Callosa Extreme, esta debe de ser y hostia!!, no, no exageraba Jesús, 1650 D+ en 22 kilómetros, con 2 subidas casi verticales y en una de ellas hay que hacer  uso de cuerdas para ayudarte  y lo que me asustó de verdad, las dos bajadas  se hacen por el mismo sitio por donde se sube. 

Como no hay problema de que se agoten los dorsales me lo pienso bien ya que no estoy del todo recuperado de la carrera del fin de semana anterior y además ese domingo debería ir a misa (cosas de la comunión de mi niña).
El último día y aún a riesgo de que me excomulguen decido inscribirme a esta dura prueba. Me vendrá bien para hacer desnivel.
No madrugo mucho y en 45' ya estoy bien aparcado y con el dorsal recogido. 
Curioseando por la salida.


Posando.
Vuelvo al coche a retocarme y mientras lo hago pienso en algo que he visto, bueno, mejor dicho que no he visto. No hay ningún corredor con bastones y sabiendo que esta es una de las carreras mas duras en esta distancia (no conozco otra así) me sorprende mucho, a ver si no va a ser pa tanto...
Y como por ahí dicen " donde fueres haz lo que vieres" y tampoco quiero que cuando me vean los demás corredores me llamen flojo y se rían de mi, decido guardarme mis estupendos bastones pegables aonijie dentro de la mochila y solo usarlos en caso de emergencia.
Nos ponemos todos los participantes para una foto oficial y a los pocos minutos dan la salida. 
Es fácil. El mas guapo.
Callejeamos un poquito y enseguida al campo en busca de un pequeño aperitivo donde hacemos una corta pero intensa subida que nos pone a todos en fila india,  un pequeño cresteo, bajadita algo técnica y vuelta por el mismo camino entrando de nuevo al pueblo. 

Volviendo del aperitivo.

Subiendo.

Y bajando.

Ahora vamos por una larga carretera ascendente con la inclinación justa o jodida para que aunque quieras caminar tengas que correr. El desnivel de la carretera empieza a subir y eso significa que estamos llegando al final y al comienzo de la primera subida gorda de la carrera y yo, como he visto como ha sido el aperitivo de antes y me huelo como va a ser lo que viene..., ¡a tomar por culo, que me llamen flojeras o lo que quieran..! y sin dejar de correr me quito la mochila, saco los bastones, los monto y me la vuelvo poner (quién dijo que los hombres no podemos hacer dos cosas a la vez ? ), llegando al inicio de la subida con los bastones en mano y hasta una sonrisa en la cara.
A punto de sacar los bastones.
Me lo tomo con tranquilidad y comienzo a subir fijándome bien como es porque luego hay que bajar por ahí dos veces. Voy reservándome y comprobando que aunque hay tramos bastante verticales no es demasiado complicada. Vamos por una especie de canal y si miras hacía atrás y abajo se ve el pueblo desde donde hemos salido.

Bonitas vistas en la subida.

Mas bonitas aún.
 La carrera se ha estirado mucho y hay como un corte, yo como es habitual, voy en tierra de nadie. Llego a los tramos con cuerdas pasándolos sin hacer uso de ellas (en la bajada será diferente) y casi llegando arriba me cruzo y saludo a un corredor, Javi Rufete, el primer clasificado (en este tramo nos cruzábamos los que subían con los que bajaban). 

El tramo con cuerdas.

Al verlo me sorprende porque no me debe de sacar mucho tiempo pero el camino ahora cambia y no va recto hacia arriba sino que nos desviamos hacia la derecha y dando un rodeo hacemos esta última parte por el lateral, dándome cuenta de que por lo menos me lleva unos 20-25'. Prácticamente ya arriba pasamos al lado de un pequeño y bonito refugio, seguimos unos cien metros mas donde justo en el final de esta dura subida  hay unos voluntarios tomando nota del dorsal. Media vuelta y comienzo la bajada.
El refugio. Había que llegar hasta el fondo.

Y no es tan complicada como parecía, a pesar de tener tanta inclinación se puede correr con cierta seguridad ya que el terreno  está formado por mucha roca compacta bastante rugosa con lo que la zapatilla agarra bastante bien y no hay problema de "escurrirte", eso si, cualquier tropiezo y algo te rompes seguro. 
Bajando con cuidado.

Vamos bajando por donde hemos subido pero en un punto nos desviamos hacia la derecha y por un terreno muy similar hacemos el resto del descenso no teniendo ningún tipo de contratiempo, algo que me sorprende ya que yo soy de los que se tropieza en llano.
Abajo un poco de callejeo, un tramito de carretera, camino, sendas con mucho sube baja hasta que llegamos a la altura de Redovan, viéndose a la izquierda y abajo.
Por aquí no se subía (menos mal)

Rodeando la base para "atacar" la misma subida por detrás.

Toda esta parte la hago corriendo a un ritmo casi decente. Hace bastante sol y corre una ligera brisa yendo muy a gusto aunque hay corredores que se quejan del calor.
Estamos como rodeando la montaña en la base por la izquierda para "atacar" la subida desde atrás. Paro en un avituallamiento a reponer agua y sigo mi camino por una senda esperando que de pronto eso comience a tirar hacia arriba de verdad.
Y comienza. Subida por una especie de rambla con muchas piedras "fácil". Veo el final muy cerca justo donde hay una voluntaria e imagino que esto no acabará aquí, tan pronto. Efectivamente al llegar a la simpática voluntaria la montaña, tras un pequeño llanito sigue, joer ! que si sigue !, allí a lo lejos parece que se divisa el final del alto del Aguila.
Ahora la subida la hacemos como por una arista. Se sigue un GR pero no hay ni camino ni senda, es todo como campo a través con mucha roca y piedra. Llevo a un corredor unos 30 metros delante que me sirve de referencia, me es más cómodo echarle un ojo de vez en cuando e ir en su dirección que buscar balizas, aunque a veces me desvíe mas de la cuenta. Voy subiendo cual cabra montesa ya que el terreno es ideal para esta especie animal  y hay algunas partes en la que los bastones molestan mas que ayudan y tengo que hacer uso de las manos. Parece que ya estoy llegando al final con un tramo bastante duro pero no, al fondo veo el refugio y aún me queda, aunque esta parte ya es mas llevadera. He hecho toda la subida bastante bien e incluso pienso en lo corta que se me está haciendo la carrera. Corta?, y en ese momento me doy cuenta algo y de un pequeño error que he cometido.
Pero como no se me va  hacer corta la carrera...?, si es que la carrera es corta... !
No se por qué, imagino que debido al desnivel que sabía que había, desde la primera subida me he tomado la carrera como si fuera de 80 o 100 kms y mi ritmo subiendo y en general ha sido de ir reservándome como en una ultra en vez de ir más "alegre". Hago este último tramo dándole vueltas a esto y que el tiempo que he perdido ya no voy poder recuperarlo, únicamente queda la bajada gorda en la que no voy a arriesgar y el tramo de pueblo hasta meta.
Llego al final donde de nuevo  están los voluntarios que tomaban nota del dorsal en la primera subida y aún sabiendo que van a mentirme pregunto cuanto queda hasta meta. Un kilómetro o kilómetro y medio me dice uno y como no creo que la montaña haya encogido desde la salida y sabiendo que bajamos por donde hemos subido antes le sumo a lo que me ha dicho un par de kilómetros ( por si alguno no lo sabe, los voluntarios siempre mienten al preguntarles por distancias y tiempos. Sin mala intención, eso si. ).
De nuevo el refugio.

Comienzo la bajada. Ya se que no va a ser muy complicada a pesar de la inclinación por lo del agarre de las piedras que he contado antes e intento ir lo mas rápido posible con la máxima precaución pero se que va a ser difícil ganar tiempo. Llego a un tramo complicadillo con voluntarios, uno de ellos me avisa que vaya con cuidado y zas, resbalón hacia atrás sin consecuencias. Sigo la bajada precavidamenterápido y llego al tramo de cuerdas  donde hay otro voluntario vigilando y zas, otro tropiezo y golpe en el culete Como imaginé está parte con cuerdas es bastante mas difícil bajarlo que subirlo y hago uso de ellas.
Sigo bajando, cada vez hay menos rocas compactas y aunque el desnivel se suaviza  para mi el terreno se complica por que ahora hay mas tierra y piedras sueltas. Llego a un tramo en zig zag estrechito y justo aparecen subiendo cuatro señoritas, bastante majas por cierto. Con lo nervioso que me ponen a mi las mujeres..., ahora no, ahora no... y justo cuando estoy en medio de ellas, zas, resbalón hacía atrás y mi espalda y reputación por el suelo. Se interesa una de las chicas y la digo que estoy bien (con una costilla rota le habría dicho lo mismo), me levanto como si no hubiera pasado nada y sigo bajando evaluando los daños; raspón en el brazo, otro en la espalda y otro en mi orgullo sabiendo como seré recordado.
En la parte final de la segunda gran bajada.

Acicalándome para la foto.

Acaba la bajada, guardo los bastones de nuevo en la mochila y ya por un terreno más cómodo llego a Callosa yendo ahora por una carretera en busca de la meta, que como no podía ser de otra forma está en la otra punta. Atravieso todo el pueblo callejeando a buen ritmo hasta que por fin tras una curvita aparece el recinto de llegada, entrando a meta en 3h 35' 35" y 20º de la genera.
Mi llegada a meta.


Unas cervezas, una ducha fría, un trofeo  y para casa.


Carrera muy bien organizada, dura y que seguramente repita.

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