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sábado, 7 de julio de 2018

VII GRAN TRAIL DE PEÑALARA - 116KM - 5.100 D+



El año pasado me gustó mucho esta prueba, no conocía la zona (un pecado para un madrileño) y me pareció una carrera bonita y bien organizada. La quería repetir y de paso intentar rebajar el tiempo que hice (24h37') ya que al no conocerla fui bastante conservador y hubo zonas en donde creo que podía haber ido más rápido.
Ese era mi objetivo este año y con la motivación extra de que  mi pequeña Claudia estaría esperándome en meta (siempre que no llegase muy tarde).
Llegamos a Navacerrada por la mañana, nos instalamos en el hotel  al lado de donde se recogían los dorsales y muy cerca de la salida y tras vaguear un rato en la piscina nos fuimos al pueblo a comer.

Estresado esperando la hora de la salida.
Lo peor para mi en este tipo de carreras es la espera y sobre todo cuando la salida es a última hora del día. El tiempo pasa muy lento y hasta se me quitan las ganas de correr.
Por la tarde otro rato de piscina y a recoger el dorsal en el polideportivo. 

Recogiendo el dorsal.
Mas horas ociosas en las que no se que hacer  y ya sobre las 21h nos vamos al centro que hay que cenar, aunque yo al final decido no comer nada por si me sienta mal tan cerca de la salida.
 Ya hay congregados bastantes corredores junto a familiares y además en ese momento se está disputando el cross nocturno por lo que el ambiente es muy bueno. Vuelvo al hotel a cambiarme y con el tiempo algo justo me despido de mi familia y entro al corralito donde Jorge, un amigo que conocí en la CostaBlancaTrail compartiendo con él y con otro amigo (Rafa) casi toda la carrera, me está esperando. Le localizó y nos situamos muy cerca de los primeros al lado de un primo suyo.

Jorge y yo.

Que bonicos.....

El busca hacer un entrenamiento bueno de cara al UTMB que hará en agosto, yo mejorar el tiempo del año pasado y con estos objetivos salimos juntos corriendo,  atravesando el pueblo ante los ánimos de los muchos espectadores que están viendo la salida.


A punto de salir. Por la izquierda en tercera fila estoy.
Avanzamos con un ritmo cómodo por carretera y después pista en busca de la primera subida. Yo sigo en modo "sedentario", sin ganas de correr. Se que se me pasará, solo es cuestión de que pase el tiempo o mejor dicho unas cuantas horas. Llegamos a una fuente a los pies de la Maliciosa donde parece ser que es costumbre tocar una campana, relleno un bidón, la toco y comenzamos a ascender. Voy toda la subida unos metros detrás de Jorge (esta vez viene entrenado) a ritmo y muy cómodo. No me está pareciendo nada dura. De vez en cuando miro hacia atrás para ver la bonita hilera de luz con todos los corredores en fila subiendo y casi sin darme cuenta ya estoy arriba.  5' de adelanto con el año pasado.

Subiendo La Maliciosa.

La bajada es algo complicada al principio con mucha piedra suelta teniendo mis primeros resbalones, tropezones y torceduras del tobillo derecho. Jorge en las bajadas me saca mas distancia, uniéndonos en las parte llanas. La noche es algo fresca y perfecta para correr.
Ahora nos adentramos en un bosque descendiendo por un sendero con mucha raíz y piedras que bajo corriendo con mucho cuidado pero a pesar de eso, mas tropezones y una torcedura que me hace pensar en lo peor aunque al final y tras unos metros de cojera la cosa no fue a mas.

Llegando a Canto Cochino. Con unos cuantos resbalones/tropezones encima.

Llegamos al primer avituallamiento de Canto Cochino, 18’ de adelanto con el año pasado donde coincido con un corredor que conozco, Elíseo de Sevilla (Macua), le saludo, le pregunto por Cristina una habitual compañera de carreras y tras rellenar bidones iniciamos el ascenso a la Pedriza.
La subida es cortita y la hago bastante bien. La bajada como las anteriores, hay que tener cuidado con las numerosas piedras y raíces y ya por un terreno mejor iniciamos un nuevo ascenso a la Hoya de San Blas.
 En un lado del camino veo parado a otro corredor que me suena, Miguel de mi club de adopción "Corriendo por el Campo", sin pararme le pregunto si está bien y me presento ya que no nos conocemos personalmente, él me dice que si , que está esperando a alguien y que Quique (un amigo común que este año viene de apoyo y no a correr) esta en... yo le entiendo Cercedilla pero imagino que sería Navacerrada.
Llegamos al avituallamiento, llevo 5 h 30’  de carrera y como no me apetece aún comer nada le hecho un sobre de Tailwind a uno de mis bidones, que he leído que va bien para este tipo de carreras.
Toca el Puerto de La Morcuera, siendo curioso de que no recuerdo absolutamente nada de esta subida que hice el año pasado, ni incluso según voy pasando por los sitios me acuerdo de algo (ahora ya no creo que se me olvide). Vamos por una ancha pista y siempre que el terreno es favorable, aunque cuesta,  corremos. En esta parte empieza a amanecer y cada vez voy encontrándome mejor,  esa desgana inicial ha desaparecido estando ya en modo "ultra", ahora me da igual  hacer 10km que 100.
Dejamos la cómoda pista y empezamos a subir por un ancho sendero con mas desnivel y con unas vistas muy bonitas a la derecha donde se ve una bruma que tapa las zonas altas. Esto si lo recuerdo, sé que ya estamos a punto de coronar el puerto. En bajada vamos paralelos a una carretera un par de kilómetros hasta llegar al albergue donde está situado un nuevo avituallamiento. Es el  km.43 y he tardado 8 horas, 27’ de adelanto con el año pasado

Repostando en el albergue de la Morcuera.

Avituallamiento completo y animado.
Sigo sin tener hambre, mi última comida fue hace 17 horas y me mantengo solo con agua, algo de coca cola y el sobre de naranja de Tailwind. Por tomarme algo me bebo un vaso de caldo calentito que me sienta bastante bien esperando que en Rascafría pueda comer algo de lo que he dejado allí.
Una rápida visita al baño y salimos. Ahora viene una larga bajada hacia Rascafría por una ancha pista. Toca correr y adelantar tiempo que seguramente perdamos en la subida a Peñalara previo paso por el Puerto del Reventón, así que la hacemos prácticamente toda corriendo y el resto caminando a buen ritmo. Seguimos juntos , Jorge un par de metros delante tirando, creo que a el le gustaría ir mas rápido aunque sigue a mi lado como si hubiese una cuerda invisible que le une a mi.
Llegamos a Rascafría y han cambiado algo el recorrido, Accedemos a un carril bici  dando un rodeo por la derecha en vez de siguiendo recto por la zona de El Paular. Cruzamos la carretera principal y por otra, cuesta arriba, entramos  al avituallamiento en la piscina, donde había dejado una mochila con cosas. Km.57, 9h 38’ de carrera y 30’ de adelanto con el año pasado.

Jorge con sus cosas.

Me olvidé el peine en el hotel.

Parece que estamos de pícnic, pero no.
Aquí viene un merecido descanso y sentado en la hierba me como tranquilamente medio sandwich con una schweppes de limón  que había dejado en mi bolsa. Estando aquí vemos como empiezan a llegar los corredores del TP, la prueba de 60 kilómetros.
Tenía pensado cambiarme  y ponerme algo mas de "verano" pero hace fresquito y en teoría la tarde irá a peor por lo que opto por seguir con la misma ropa. Me pongo protector solar, me doy vaselina en cierta parte, cojo una gorra, las gafas de sol, una botella de agua con gas y tras rellenar bidones (uno de ellos pinchado) salimos hacer la mitad que nos queda.
Toca andar. Primero por un cómodo camino y después por una senda con un desnivel muy llevadero. Jorge va el primero marcando el ritmo, yo le sigo y justo detrás nos acompañan 5 corredores mas. Este tramo es entretenido, los corredores de atrás van hablando entre ellos y  contándose historias; que si una garrapata en el pito se quita con vaselina, que si esta carrera es mas dura, que esta otra la tienes que hacer......  La senda da paso a una pista y seguimos la ascensión, algo cansina.
Por fin el avituallamiento del reventón donde paramos muy poquito, el tiempo justo de rellenar bidones y tomar tranquilo un vasito de coca cola. Ya queda poco para llegar y subir Peñalara, yo reconozco que no voy muy fino y agradezco que esta parte no sea muy complicada y que haga algo de mal tiempo (bueno para nosotros), con bastante aire y fresquete. Por fin llegamos a la laguna y pies de Peñalara donde este año hay algunos neveros que hacen mas bonito el paisaje.
Recuerdo que el año pasado aquí iba bastante bien pero ahora me noto sin fuerzas y de pensar la subida que me espera.....

En plena subida a Peñalara.

Un poquito antes de subir, en la laguna.
No me lo pienso más e inicio la subida, sin prisa pero sin pausa…. Un pasito palante..., cojo un ritmito tranquilo y empiezo a trepar por los bloques de granito. Jorge va mejor y se va alejando (la cuerda invisible por fin se rompió), de lo cuál me alegro por él.
Poco a poco voy subiendo manteniendo el tipo. Voy muy tranquilo sabedor de que tengo mucho tiempo de margen y no quiero desgastarme demasiado y luego pagarlo. La subida se me hace muuuuy larga hasta que por fin llego al control del final, cruzándome con Jorge que ya vuelve un poquito antes.
 Bueno, ahora la vuelta es casi toda cuesta abajo, pero sigo sin ir fino. Me sigue costando mucho saltar de piedra en piedra (con lo cabra loca que soy yo). Aquí agradezco mucho tanto a los voluntarios, como a los senderistas sus ánimos y muy especialmente a los corredores de la prueba de 60km con los que me cruzo y que al ver mi dorsal de la prueba larga, te cedían el paso animando con un respeto especial (ellos saben de la dureza de la suya y se imaginan la de la nuestra).
Las sensaciones no son muy buenas, aunque sé o intuyo que irán a mejor. Dejo atrás el granito y la laguna y ya por un terreno mejor y cuesta abajo me dejo llevar casi corriendo. Llego al cruce donde se empieza a bajar en dirección a La Granja, me paro a plegar los bastones y justo al lado se detiene un corredor que con un marcado acento extranjero me dice el cachondo... por 1000 €  volverías a subir Peñalara?, el año pasado si, le digo, pero este no.
Aprovechando la gravedad (lo de Newton)  cuesta abajo me dejo llevar y empiezo a recuperar las sensaciones. El terreno aquí no es muy bueno con mucha piedra pero mas o menos se puede avanzar bien trotando. De pronto en un giro me encuentro  al extranjero parado, mi excusa para descansar.... Le pregunto si está bien deteniéndome a su lado y de donde es. Alemán y nos ponemos a hablar de fútbol (ese día ya habían eliminado a Alemania del mundial) y tras una breve charla (tengo que mejorar mi alemán) emprendo de nuevo la bajada por el bonito bosque de Valsain.
 Estoy cansado pero el terreno es tan favorable que me obligo a correr para adelantar tiempo. Una baliza corro, otra camino, dos corro una camino y así por un recorrido diferente al del año pasado y sin tener las mini alucinaciones que tuve alcanzo a un pequeño grupo de corredores. Bordeamos el  muro exterior de la Granja y ahora si, corriendo por camino y carretera llego al avituallamiento de 5 estrellas*****  tan bien atendido por los Locos del Cerro. Km.85, 16h 27’ de carrera y 58’ de adelanto con el año pasado.

Foto obligada al llegar a la Granja.

No sé que le asustó.

Avituallamiento 5 estrellas.
No me dejaron hacer nada, un voluntario muy majo y simpático casi me obligó a sentarme, me trajo una ensalada de pasta, coca-cola, me rellenó los bidones y estuvo atento por si necesitaba algo más. Muchas gracias por todo.
Mientras descansaba, pensaba que con la ventaja que llevaba respecto a la edición del 2017 me valía hacer exactamente lo mismo sin tener que apretar para llegar con ese margen a meta y con ese pensamiento salí tranquilamente caminando de la Granja. Cruzo una carretera y por caminos voy en busca del río Eresma para subir pegado a él por la bonita zona de la boca del Asno.
Sigo con mi estrategia de correr una baliza y caminar hasta la siguiente ya que no me siento del todo recuperado y se que me espera la subida del emburriadero, corta pero muy intensa. De todas formas mi ritmo no es malo y adelanto a un grupito de corredores y contacto con otros dos haciendo con ellos el resto de esta suave subida por el río hasta el avituallamiento de la Casa de la Pesca. Km.97, 18h 53’ de carrera y 1h 23’ de adelanto con el año pasado.
Aquí paro lo justo para rellenar bidones y cambiarme un esparadrapo que llevo en la planta del pié derecho ( el año pasado fue la primera vez que tuve ampollas  y este año he probado con ponerme esparadrapo hipoalergénico en la zona problemática , algo que leí por internet, para evitarlas y os aseguro que funciona).

La foto para Diego casi en el km.100.
De nuevo en marcha subiendo por una estrecha carretera asfaltada, tramo que se me hace un poco pesado hasta que llego al temido por algunos emburriadero, una subida bastante empinada ( con perdón) no muy larga pero  con algunos metros de fuerte pendiente. Al final me costó menos de lo que esperaba. Ya arriba, en la Fuente de la Fuenfría, paro un momento a hacerme  una foto que me pidió mi amigo Diego  en el km.100  y sin mas pausa cojo el camino Schmidt que en unos 6kms., me llevará al Puerto de Navacerrada.
Comienzo con ganas corriendo en las partes fáciles pero creo que me estoy desgastando bastante y al ir bien de tiempo prefiero reservarme comenzando a caminar pero con un ritmo que voy dejando atrás a corredores. Muy larga se me hizo también esta parte hasta llegar a unos remontes en desuso y a la carretera que baja al avituallamiento del Puerto que aunque me cuesta  la hago toda corriendo.
Me siento, bebo algo de isotónico, llamo a meta avisando de que llegaré antes de lo previsto, guardo los bastones y sin perder mas tiempo salgo para hacer los últimos 10 kilómetros.
Cruzo la carretera y por un camino con ligera pendiente hacia arriba voy en busca de la algo complicada bajada de La Barranca. Por este camino me encuentro con un corredor, nos preguntamos que tal vamos y contestamos lo mismo…, bien pero no estamos para mucha cuesta arriba. Me paro a hacer unas fotos aprovechando las bonitas vistas y que aún es de día (el año pasado aquí tuve que ponerme ya el frontal) y sigo mi camino andando ya que me sigue costando  correr.

Que vistas mas bonitas! y el Puerto de Navacerra al fondo.

También son bonitas.
Estoy en la última bajada de la carrera con una primera parte  algo complicada por las piedras, tierra y raíces. Me dejo caer e intento correr con cuidado, mi cuerpo se queja pero poco a poco noto como voy recuperando las fuerzas. Estoy seguro de que mi tiempo en meta va a ser mejor del esperado y de que voy a poder entrar en meta con mi pequeña Claudia, esto me motiva bastante y según sigo bajando todos los dolores van desapareciendo. Mi ritmo empieza a ser muy bueno, adelanto al chaval de antes y comienzo a adelantar a mas corredores que bajan caminando tranquilos. La bajada va haciendo zig-zags y casi voy derrapando en las curvas.
Me han entrado las prisas por llegar, aumento algo el ritmo aprovechando que el terreno mejora bastante y sigo adelantando a corredores con cuenta gotas hasta que por fin llego a una ancha pista y después a una carretera donde está el último control. Me informan de que quedan 4,5 km., a meta, llamo avisando de que en 20’ estoy allí y sigo corriendo ahora por otro ancho camino de tierra.
Un corredor andaluz al que adelanto me pregunta si vamos los últimos, sorprendido le digo que no puede ser, que llevo sobre 1h 40’ de mejoría con respecto al año anterior y en la clasificación quedé un poco por encima de la mitad, o sea que no podemos ir los últimos, pero me comenta que este año parece ser que ha habido muchos descalificados en la Morcuera debido a los tiempos de corte y abandonos. No se, le digo y dándole ánimos sigo mi camino, escuchándole decirme ¡!Venga a por las 2 horas que lo tienes ahí¡¡.
Voy disfrutando de las vistas que no pude ver el año anterior por llegar de noche. Al fondo veo el embalse de Navacerrada ya muy cerquita y algunos tejados de casas. Llevo el frontal puesto pero sin encender ya que sigue habiendo mucha claridad. Dejo este camino de tierra y comienzo a transitar por una carretera con una parte final en subida que hago también corriendo. Los corredores a los que adelanto me animan haciendo yo lo mismo. Esa carretera me lleva a una rotonda que cruzo y entro ya en las calles de Navacerrada. La gente con la que me encuentro me aplaude, anima e indica el recorrido aunque está muy bien marcado.
Voy pensando en mi niña.
Subo por una calle con mucha gente sentada en terrazas que aplauden al verme pasar, ya estoy casi llegando.
 Veo la zona de meta, Jorge está allí y me saluda (llegó 36’ antes que yo), mas adelante está Claudia esperándome en la alfombra que lleva a meta (luego me enteré que no quiso cenar hasta que yo llegara). Me paro y la doy un beso. La cojo de la mano y pregunto si quiere entrar andando o corriendo…, corriendo papa !! . Me pregunta si viene alguien detrás de mi, le digo que no (entendiendo que se refiere a alguien que pueda molestarnos para la foto de la llegada) y me responde…, entonces vas el último ??., no no hija tranquila no voy el último y alzando las manos entramos en meta.
La mejor y mas bonita llegada de todas.

Objetivos cumplidos.
 22h47’46’’. Contento con la mejora de casi 2 horas y con lo mejor de la carrera, mi bonita entrada en meta. 

Un placer Jorge compartir esos kilómetros juntos. Nos vemos pronto y seguro que te irá muy bien el UTMB.

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