59.3kms. 2.600 D+ |
No lo entiendo.
Recientemente había participado en los 90k de Caravaca de la Cruz y en el
maratón de Valencia, terminándolos sin ningún tipo de molestia y hace poco más
de dos meses, en una salida tranquila y corta por el río, mi tendón de Aquiles,
tocado desde hacía un par de años, dijo
basta.
Pruebo a salir los
días siguientes y nada, el dolor es insoportable y apenas puedo correr unos
metros. Imaginaros como me encontraba, alguien habituado a salir a correr cinco
días a la semana que disfruta haciendo carreras de más de 100 kilómetros y
muuuchas horas y ahora era incapaz de correr cinco míseros metros, un
ansiolítico por favor…!! Y para más inri, el sorteo del UTMB a la vuelta de la
esquina, tendré mala suerte y encima me tocará, pero no, este año tampoco.
Respiro aliviado porque así tendré tiempo de recuperarme y el año que viene ir
ya que es mi tercer sorteo, pero caigo en la cuenta de que para poder
inscribirme necesito hacer dos carreras de las largas, joer, otro diazepam
please.
Los que me conocéis
ya sabéis que aparte de guapo no soy persona que se rinda fácilmente y comienzo
mi recuperación. Médico, fisio, reposo y empiezo a entrenar con bici que no me
gusta nada aunque últimamente parece que va mejor y ya por lo menos cuando
llego a casa no parece que venga de tener sexo anal. La recuperación va mejor y
ya puedo correr algo en llano, eso sí, a ritmos de risa pero por lo menos
corro. Y por qué os estoy contando yo el rollo este…, ah sí, la carrera de
Yecla.
Pues eso, que antes
de lesionarme me había inscrito junto a mi amigo Diego o el Tigre del Turia
como le conoce mucha gente, a esta carrera. Para él iba a ser su primera ultra
y para mí la segunda participación en esta dura y bonita prueba. Lógicamente,
según estaba yo ahora, mi intención era la de anular la inscripción pero como aún
faltaba algo de tiempo decidí esperar a ver si mi situación mejoraba
milagrosamente. Sigo con la bici, fisioterapia y alguna que otra salida cortita
y lenta, dándome cuenta de que ni con milagro termino yo esta carrera. Le
comento a mí compañero la intención de anular y él me comenta que también se lo
está pensado, ya que no ha tenido mucho tiempo para entrenar y no ha hecho nada
de desnivel. Vaya dos, la llevamos clara!!. La semana anterior a la prueba sigo dudando
que hacer y ese mismo viernes le comento a mi fisio mi plan para el día
siguiente, correr 60 kilómetros con 2630 D+. Él me mira pensando seguramente que yo iba fumao y solo me dice…,
yo, si fuera tú, no iría.
Ya, pero tú no eres
yo y a las 5 a.m. del día siguiente estoy en pie desayunando mi leche de arroz
con galletas de avena. Me visto tranquilamente y salgo a la calle. No hace
malo, solo algo de fresco y únicamente se escucha a esas horas el canto de unos
pájaros de fondo. Un privilegio para los que provenimos de la ciudad.
De camino en el coche
voy pensando en la locura que voy a hacer, pero necesito probarme, necesito
saber si hay alguna mínima posibilidad de que pueda terminar alguna carrera con
cierta dificultad o darme definitivamente por vencido y dedicarme a mí otra
gran pasión, el curling.
Llego aún de noche al
Aula de la Naturaleza Coto Salinas, lugar de salida y meta, aparco en el sitio
habilitado a tal fin y me acerco a por el dorsal habiendo de momento muy
poquita gente.
Recojo el dorsal, la
completa bolsa y pregunto sobre un regalo que me había tocado en un
sorteo, diciéndome que me lo dan
cuando llegue a meta, que cabritos!! ,
al final voy a tener que acabar.
Me termino de vestir
y espero en el coche a que llegue Diego. Le acompaño a por el dorsal
comprobando que la salida está bastante más animada (con perdón) y aprovecho
para saludar a algún conocido, Alberto, Esther y Carmelo.
Recogiendo el dorsal. |
Pasamos el control de
material y nos colocamos por el final. Ya no hay marcha atrás y reconozco que
estoy nervioso y conociéndome esto es muy raro en mí. No sé qué puede pasar y
esa incertidumbre me intranquiliza. Mi corazón dice que tal vez, pero mi cabeza
dice que son 60 duros kilómetros y ni he hecho desnivel ni más de 14kms. entrenando
(por llamarlo de alguna manera). Mi estrategia es hacer los primeros kilómetros,
que son en bajada y llanos, llegar a Raspai y probar la primera subida. Ahí,
según vaya, decidiré (si llego).
Preparados para salir. |
En que lío me he metido... |
Dan la salida y mis 7
sentidos se centran en el pie izquierdo atentos a cualquier señal. Pongo un ritmo
muy suave y solo tengo unas pequeñas molestias, bueno, que siga así. De momento
vamos todos muy juntitos según salimos del recinto iniciando una suave bajada.
El pelotón se estira y veo como algún corredor, rival directo, poco a poco se
va alejando, no pasa nada, mi carrera hoy es otra.
Que contentos estamos... |
Yo soy friolero, lo
reconozco, pero Diego ha venido como si la carrera fuese en Alaska y al poco
tiempo de salir ya tiene que ir quitándose cosas y como no, charlando con algún
corredor. Si algún ser vivo está dentro de su radio de acción habla con él, de
momento solo se libran los árboles y algún bicho.
Recién salido y con mis 7 sentidos en alerta. |
Bueno, el pie, si
mantengo este ritmo parece que responde, intento olvidarme del tema y empezar a
disfrutar de la carrera. Cruzamos una carretera y por camino nos acercamos a
Raspai donde está el primer avituallamiento. Paramos, rellenamos agua y Diego
aprovecha para quitarse las mallas largas, haciendo un bonito y torpe
strip-tease, suerte tuvo que me daba pereza coger el móvil de la mochila para
inmortalizar el momento. Ya en marcha otra vez nos acercamos por caminos
cruzando algún huerto con árboles en floración a la primera subida dura de la
prueba.
Yo voy delante y a Diego le voy escuchando pegado detrás charlando
ahora con Ivan, un chaval muy majo de Alicante y hablándole sobre las 3 ces ( C C
C) , su lema para este tipo de carreras, Corazón, Cabeza, Cojones.
Que bonito está el campo. |
En busca de la primera subida. |
Subiendo, el tendón
me molesta algo más que corriendo y
tengo que ir buscando la postura, pero aun así, todo va mejor de lo esperado.
Llegamos arriba sin
problemas, un poco de cresteo y bajada
por una senda hasta llegar a un nuevo avituallamiento (km.24). Paramos lo justo
para repostar y seguimos bajando, ahora por un estrecho sendero con tierra y
piedras sueltas donde es muy fácil resbalar. Cruzamos una pista y seguimos la
bajada por una bonita senda con bastante vegetación en la que se puede ver si
miras a la derecha, la siguiente y muy
dura subida que nos espera. Yo voy delante, Diego me sigue y detrás de nosotros
dos corredores/a. Escucho un golpe, me
giro y veo a Diego todo lo largo que es en el suelo, se ha tropezado por mirar
donde no debe. La causa de la caída se interesa por él y aparte de un golpe en
la rodilla sin consecuencias, todo bien. Su primera caída en este mundo del trail (y seguro que no será la última). Dejamos la senda, cogemos una pista
también en bajada y llegamos a otro avituallamiento a los pies de la subida.
Unas fotos, bromas con los voluntarios, Diego preguntando a la causa de su caída
de donde es (murciana), repostamos, cojo unas gominolas y pá arriba.
Había avisado y
explicado a mi acompañante como era esta subida para que no le pillara por
sorpresa y ahora puede ver in situ que no mentía sobre su dureza. Aquí Diego se
pone delante y coincidimos un tramo con unos corredores muy majos, los
Macedonios con los que vamos charlando. Mi pie va sufriendo más y no se bien
como ponerlo buscando mil posturas. A pesar de ello en esta ocasión me cuesta
menos que cuando la hice hace 2 años aunque el ritmo de los primeros 25
kilómetros no tenía nada que ver con el de hoy.
Era dura pero no tanto.
Bonitas vistas. |
Coronamos y bajamos
un poco hasta el avituallamiento del km.27, que era el mismo del 24. Repostamos,
Diego avisa en el control que ha perdido el chip con la caída y salimos en
busca de la segunda mitad bajando por una bonita senda. Llegamos a una pista y
la cogemos a la derecha, ahora caminando ya que era cuesta arriba.
Vamos charlando de una amiga común y cuando llevamos un buen trecho mi compañero
comenta que no ve balizas y es cierto, no las hay. Lo más sensato es dar la
vuelta y eso hacemos, llamo a la organización y nos confirman que la pista
se cruza, no se sigue. Llegamos hasta donde la senda llegaba a la pista y
justo ahí estaba el desvío, ninguno lo había visto. Un kilómetro y medio o dos
nos costó el despiste y anda, que estábamos los dos como para encima regalar
kilómetros.
Lo que hace el photoshop, parece hasta que voy rápido. |
Los Macedonios (el
club se llamaba así) nos alcanzan y bajamos juntos de nuevo por una bonita
senda hasta llegar al avituallamiento del km.34 donde aparte de repostar
aprovecho para comer un pequeño
bocadillo de sobrasada.
Seguimos bajando por
un camino, vamos unos metros por delante de un grupito de corredores y volvemos
charlar sobre nuestra amiga común. De pronto, de frente vemos que viene un
corredor, no ve balizas nos dice. Otra vez perdidos, hala!!, media vuelta todos
(esta vez no llegó a 100 metros). Ya no volvimos a hablar de nuestra amiga.
Nos metemos por un
huerto y algo más adelante empezamos una nueva y bonita subida no muy dura con
troncos caídos en medio del camino que hay que ir sorteando. Los tramos en los
que se puede trotamos, aunque Diego empieza a tener problemas con la
rodilla (cintilla). La siguiente bajada es bastante cómoda, primero por camino
y después por pista. Intentamos avanzar lo más rápido posible ahora que el
terreno es favorable ya que no llevamos mucho margen con el cierre de carrera
pero al italiano le cuesta bastante correr y nos ponemos a caminar. Yo
tengo más molestias en el tendón caminando que corriendo y a Diego le pasa al
revés con la rodilla, sincronización perfecta.
Llegamos de nuevo a
Raspai. Km.43.
Ya está casi hecho. |
Andiamo ragazzo. |
Carmelo. |
Richy. |
El resto de Macedonios. |
Yo, a tan solo 16 kilómetros de meta hubiera únicamente
repostado y salido sin más, Diego había dejado una bolsa (Raspai era
base vida) y aprovecha para coger y dejar cosas, comer y beber tranquilamente.
A mí no me importa esperar, mi único objetivo en esta carrera era el intentar
llegar a meta y sé que lo voy a conseguir. No me quiero sentar para no quedarme
frío y prefiero esperar de pie estirando el tobillo y charlando con los chicos
de la cruz roja.
Van llegando corredores y saliendo antes que nosotros. No
tenemos demasiado margen con la hora de cierre pero Diego ser lo toma con mucha calma (los sicilianos y caribeños son muy tranquilos), ni ver pasar a nuesta amiga Vanessa le hizo levantarse.
Estamos como nuevos. |
Soy guapa y lo sabes. |
Con indirectas del tipo, "oye, que estos señores se querrán acostar” consigo que se ponga en marcha. Nos
han adelantado bastantes corredores y una señora que no era ni de la carrera
pero nos da igual, vamos a cumplir nuestro objetivo ambos.
Este tramo es común
al de esta mañana pero a la inversa, vamos por un camino donde se puede correr pero
la rodilla de Diego no le deja así que nos ponemos a caminar. Cruzamos la
carretera y empezamos una suave subida por camino, miro el reloj, las 16.30, el
otro año que participé acababa de llegar a meta (que triste). Unos sembrados, mas camino y
llegamos a una rambla con algo más de pendiente pero en la que se puede avanzar
bien. Aunque hemos repostado agua en el último avituallamiento nos estamos
quedando sin ella, nos deben de quedar unas 2 horas para llegar y no sabemos si
habrá algún punto donde podamos repostar .Por fin dejamos la rambla y seguimos
la subida, ahora más dura, por un
sendero a la izquierda. Mi compañero me pregunta por cómo es la parte que queda
hasta coronar, yo creo recordar que era bastante durilla pero prefiero decirle
que no me acuerdo. Llegando casi arriba, no sé si por la falta de comida, de
bebida o de entrenamiento (seguramente por las tres) me empiezo a notar algo
mal, con un poco de náuseas, costándome esta parte bastante (a Diego no le
comento nada) aunque nos vamos acercando a un corredor que llevamos por
delante.
La bajada la hago
dejándome llevar y esperando que mi malestar no vaya a más. Los dos vamos ya
sin agua, tengo la boca seca y los labios tan cortados que si doy un beso a alguien le hago un peeling.
Unos cientos de metros más abajo, al final de la bajada, nos llevamos una sorpresa al encontrar un pequeño avituallamiento. Rellenamos, me
tomo un poco de coca cola y nos enfrentamos a la última subida por una pista de
unos 800 metros.
Diego se pone ahora
delante y yo poco a poco me voy encontrado mejor. Miro el reloj y apenas quedan
unos 15’ y 3 kilómetros para llegar en tiempo a meta, muy justos vamos a estar.
Una pequeña bajada y el tigre ahora se pone a correr, pero a este tío no le dolía
la rodilla?? yo le sigo estando recuperado del todo. Llegamos a un tramo asfaltado
en subida y seguimos corriendo hasta enlazar con un sendero, comienzo de una
complicada bajada hacia meta. Adelantamos a un corredor y a ritmos que yo ni
recordaba empezamos a bajar.
El descenso al
principio es por un sendero pero luego se complica siendo más
vertical ,con tierra y piedras sueltas con bastante peligro de caerte, sobre
todo si vas rápido (como ahora). Diego tiene un pequeño traspiés sin
consecuencia. Hace tiempo que estamos oyendo el jaleo de la meta y cada vez el
sonido es más cercano. Por fin llegamos al final de la bajada, giramos a la
izquierda y entramos en el recinto y en meta con 2’ de retraso con el tiempo
límite.
Nuestra llegada. |
Posando para los fans. |
Objetivo cumplido. Los milagros existen. |
Esther Sanchez. |
Iván. |
Vanessa. |
Mi compañero va al
control de chips para que anoten su tiempo y yo voy en busca de mi regalo del
sorteo. Un miembro de la organización me sorprende diciendo que soy tercero en
mi categoría, le digo que eso tiene que estar mal por lo tarde que he llegado
pero comenta que ha habido una “escabechina” y han abandonado bastante gente.
No voy a discutir. Diego se acerca con un vaso de cerveza para mí en la mano
(que bien enseñado está) y se lo comento.
Si no lo veo no lo creo, he
corrido lesionado, nos hemos perdido dos veces, he tardado dos horas y media
más que en mi anterior participación y hago pódium… Me subo al cajón y el
speaker hace la ceremonia, recibiendo mí trofeo y un montón de regalos.
Vaya dos locos, al
final nos salió todo mejor de lo esperado.
Comentamos la carrera degustando más
cerveza y picando algo. Yo no estoy muy contento, es cierto que el tendón no me ha molestado
demasiado y me ha permitido terminar pero tengo claro que aún le falta mucho para
estar bien y dudo sinceramente de que pueda hacer esas dos carreras que
necesito. Bueno, por lo menos puedo correr. I'm Happy.
Contento con mi inesperado podium. |
Gracias tigre por la
compañía, espero que lo repitamos muchas mas veces.
Fantástica experiencia, si no hubiera sido por la compañía de Dani, no hubiera acabado. El paisaje precioso, la carrera muy bonita y variada. Aprendamos a valorar nuestro medio rural.
ResponderEliminarSí Dani, si las lesiones nos respetan, habrán más aventuras. Fdo: TT!
Contigo al lado fue todo un poco más fácil. Gracias tigre
Eliminar