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viernes, 18 de octubre de 2019

90K CAMINO DE LA CRUZ 2019


Perfil de la carrera.



El año pasado ya participé en esta bonita carrera, pero como me inscribí tan a última hora no pude prepararla como me hubiese gustado y al finalizarla (no se me dio muy mal del todo) tenía muy claro que quería repetirla en mejores condiciones.
Este año si me apunté con la suficiente antelación y tuve algo más de tiempo para entrenarla pero la paliza que me di en la PT281+ de Portugal me dejó algo flojillo y me costó más de la cuenta volver a coger el ritmo, no iba a estar al 100% pero si mejor que en la edición anterior, además, en esta ocasión me acompañaría mi amigo Diego, el Tigre del Turia ( Robocob del Turia, tras terminar la prueba) que se había desplazado desde Valencia para la carrera.
El viernes por la tarde me acerco con Claudia a recoger mi dorsal y los de Diego y Jesús Molina que por diversos motivos no podían ir  y a entregar nuestras bolsas para mitad de carrera y meta. Me doy una pequeña vuelta por el recinto con muy poco ambiente y cuando llega mi compañero de carrera nos vamos a casa.

Recogiendo los dorsales.
  Por culpa de las lluvias que hubo en la región días antes y que dejó impracticable parte de la mota del rio Segura, tuvieron que cambiar algunos tramos del recorrido así como el lugar de la salida (con perdón). En esta edición se saldría desde el comienzo de la vía verde dentro del campus de la Universidad en Espinardo, lo único bueno es que estaría a unos 3 kilómetros de mi casa por lo que no tendríamos que madrugar mucho y lo malo es que el recorrido lo iban a acortar unos 10 kms. Sinceramente yo hubiera preferido que lo alargaran,  ya sabéis que a mí me gustan largas y duras (con perdón).
 Nos levantamos con  tiempo suficiente para desayunar (Diego durmió en mi casa) y nos fuimos en coche al lugar donde estaba la salida (c.p.). Lo primero que noté al llegar es que había bastantes menos corredores que el año anterior, con menos ambiente y que obviamente era mucho más bonito salir desde la catedral de Murcia, parecía una carrera diferente.
 Nos hacemos unas fotos, nos ponemos en el corralito en los primeros puestos y puntualmente dan la salida.

A punto de salir.

Mi estrategia iba a ser la de ir a un ritmo sobre 6’ los primeros 40-50 kms., y después cuando empezaran a estar las piernas algo tiesas intentar llevar un ritmo lo más decente posible e intentar llegar en menos de 10 horas. El año pasado salí bastante reservón y no me valió de mucho ya que empecé a pasarlo mal antes de lo esperado, a ver si cambiando el plan la cosa iba mejor.
Primeros metros en subida donde nos adelanta saludando Jesús Molina y a continuación comenzamos una larga bajada que nos lleva hasta la Ribera de Molina. Nos saltamos el primer avituallamiento y al poco tiempo, un poquito después de amanecer, cogemos un tramo por la mota del río, cruzamos un bonito puente de hierro y llegamos al avituallamiento en Alguazas. 

Llegando a Alguazas.

Alguazas too.
  Aquí paro lo justo para rellenar agua y comer unos trozos de melón. Atravesamos la vía del tren por un puente elevado y seguimos por la vía verde adentrándonos en la zona de badlands en dirección a Campos del Río. Llevamos un ritmó bueno, pasando los 20 kms., en 2h03’, de piernas voy fenomenal y al ir acompañado es más entretenido y más con el compañero que llevo hoy, que habla con cualquier organismo vivo con el que se cruza.
Por esta parte los corredores ya vamos bastante espaciados unos con otros y los que llevamos un ritmo similar empezamos a coincidir en los avituallamientos. Atravesamos un largo puente en la zona de los Rodeos, dos chicas que parece que están haciendo la carrera juntas se paran a hacer unas fotos  y nosotros hacemos lo mismo un poquito más adelante, es un paisaje desértico pero bonito y un pequeño descanso tampoco viene mal. 

En los Badlands

Lo que nos gusta posar...
 El terreno ahora pica un poco hacía abajo quedando unos 5 kilómetros para el avituallamiento de Campos del Río al que estoy deseando llegar ya que llevo un par de días con el estómago algo revuelto y necesito ir con urgencia a un toilette.
Nada más llegar pregunto por el baño más cercano y una vez solucionado "el problema" me acerco al avituallamiento a rellenar agua y comer de nuevo melón. Diego sale un poquito antes pero enseguida le alcanzo y nos ponemos de nuevo a correr, ahora por el arcén de una carretera en bajada saliendo del pueblo. 

Saliendo de Campos del Río.
 Nos desviamos a la derecha por un camino, saludamos a las dos corredoras que van juntas (nosotros es que somos muy educados) y seguimos la ruta.
El sol ya empieza a pegar pero nos va acompañando una ligera brisa fresquita que suaviza bastante la temperatura no haciendo demasiado calor.
Nuevo avituallamiento  atendido por un grupo de mujeres bastante simpáticas. Bromeamos un ratito con ellas, repostamos agua y salimos. Esta zona es quizá la parte más feílla de la carrera.  Voy recordando muy bien el recorrido y las sensaciones son bastante mejores a las del año anterior, incluso se me está pasando el tiempo mucho más rápido.
Transitamos ahora por carretera, paramos en un avituallamiento al lado de una fábrica repostando agua y comiendo más melón. Seguimos por la misma carretera y casi sin darme cuenta llegamos al km.40 en 4h37'. Recojo mi mochila y me siento a comerme tranquilamente un sándwich con una lata de seven up. 

En Mula tomando el aperitivo.
No nos demoramos mucho tiempo y tras devolver nuestras mochilas salimos en dirección a Bullas para hacer el tramo con más desnivel de la carrera. Un primer tramo de asfalto y enseguida camino hasta llegar a un cruce en el que hay un cartel de la carrera indicando que hay que seguir por la izquierda pero desde esa dirección llega un corredor y nos dice que por ahí no es, que hay que seguir las indicaciones del camino de Santiago oficial (desde Murcia hay cartelitos del Camino que normalmente coinciden con nuestra carrera). Le hacemos caso y le seguimos por la derecha cruzando una pequeña carretera. Yo no estoy muy seguro de que sea por aquí y cuando llevamos unos 100 metros se lo comento a mi compañero y decidimos parar y llamar a la organización para que nos lo aclaren. No cogen el teléfono, lo intento con Jesús Molina que sé que ha pasado antes que nosotros por aquí pero tampoco me contesta. A mí me extraña que en un cruce la organización ponga su cartel indicando justo la dirección contraria y volvemos hacia atrás esperando a ver si llega algún corredor y nos puede ayudar. Mientras esperamos, unos 10’, consigo contactar con los organizadores y hemos hecho bien en darnos la vuelta (luego supimos que por el otro sitio también se llegaba al mismo sitio pero había más distancia). 
Llegamos al Niño de Mula, este año no hay que subir y bordear la carretera para volver a bajar sino que hay que cruzarla directamente. Paramos en su avituallamiento y de nuevo melón,  agua y sin entretenernos demasiado seguimos camino.  Al ratito alcanzamos a las dos corredoras con las que hemos ido coincidiendo y como el roce hace el cariño nos ponemos a charlar con ellas mientras vamos juntos en esta parte. Nos cuentan que son de Alicante y que para María es la primera vez en este tipo de carreras, va a acompañada de Beatriz que ya participó en la edición anterior. Llevan un ritmo muy bueno, son un poco más rápidas  que nosotros cuando corren pero nosotros lo hacemos durante más tiempo y hemos ido adelántandonos mutuamente. Seguimos cada uno nuestro ritmo y volvemos a separarnos. La verdad es que se agradece charlar de vez en cuando con alguien, hace la carrera más entretenida.

Beatriz y María.
Estamos llegando a Bullas, vamos por un arcén y Diego se adelanta unos metros, yo no quiero forzar y le mantengo en la visual llegando con una pequeña diferencia al avituallamiento. 50kms. en 6h03'.
Me siento a la sombra a comerme un sándwich con coca cola, relleno agua y tras un breve descanso volvemos a salir caminando por una calle hasta que tomamos un camino donde nos ponemos de nuevo a correr. En esta parte ya vamos adelantando a muchos senderistas que participan en el maratón. 

En Bullas. Esas cervezas no son mías.
El tramo que viene ahora lo recuerdo bien del año pasado, fue el que más me gustó ya que la vía verde va entre mucho árbol y además se cruza algún que otro túnel.
De nuevo coincidimos con las simpáticas chicas alicantinas que nos comentan que una corredora les ha acusado de hacer trampas tomando “atajos”, algo ridículo ya que nosotros las hemos ido viendo casi toda la carrera y sabemos que no es verdad. También me dicen que me han tomado a mi como referencia o amuleto para acabar la prueba, parece ser que me escucharon hablar sobre mis 286 kms., que hice en Portugal y han pensado que si me tienen cerca la terminan seguro, bueno, se agradece que piensen eso aunque viendo cómo van no creo que me necesiten.  

En la parte bonita. A mí me dejaban atrás.


Con nuestras nuevas amigas.
  Yo estoy empezando a acusar un poco el esfuerzo, hace tiempo que no me entra líquido y si pienso en comida me da angustia, señal de que la cosa no va muy bien y bajo un poco el ritmo. Un nuevo avituallamiento aparece en el que solo paro lo justo para beber un trago de isotónico y rellenar agua siguiendo por esta bonita vía verde, alternando correr con caminar en las partes con más desnivel. Adelantamos a más participantes de la prueba de maratón. Yo, a pesar de mi “problemilla” voy bastante bien de piernas y corriendo mi ritmo no es malo. A lo lejos ya veo el perfil de la Sierra que hay enfrente de Cehegín calculando que deben quedar unos 12 o 13 kilómetros para la meta.
 Otro avituallamiento en el que intento beber algo pero no me entra, así que, relleno solo agua y salgo caminando a la vez que una corredora que va junto a otro compañero del mismo club. Nos ponemos a hablar y me cuenta que está un poco enfadaba porque detrás van unas corredoras que van haciendo trampas…!! , me comenta como lo ha descubierto y obviamente como sé de quienes habla, le digo que está equivocada y que esas chicas han ido casi toda la carrera coincidiendo con nosotros dos, siendo imposible que hayan hecho trampa alguna, Diego se lo confirma pero por su cara creo que cree más a su novio que a nosotros, en fin…
 Continuamos camino, Diego va delante de mi unos 40-50 metros, parece que vamos peleados. Cruzamos la autovía por un puente y entramos en Cehegín. Esta parte es cuesta arriba así que la hacemos caminando hasta que pasamos por un túnel y aprovechamos que el desnivel cambía a favor para ponernos a correr de nuevo por la vía verde, en unos 3 kms., llegaremos a meta. En esto que me adelanta un corredor y estoy seguro de que es de mi categoría, vaya por God, se acabó la tranquilidad. No sé en qué posición voy, imagino que no voy a hacer pódium, pero ante la duda y para no arrepentirme después, me pongo a apretar. Llegamos al último avituallamiento, el otro corredor para y yo sigo, alcanzando a Diego. Juntos empezamos a subir por la alameda que está antes de llegar a Caravaca, nos ponemos a caminar y de pronto nos adelanta Beatriz a la que animamos diciéndola que creemos que va 3ª (iba 5ª), María no va con ella e imaginamos que habrá tenido algún problemilla que le habrá hecho retrasarse. El otro corredor se me está acercando y de nuevo me pongo a correr, queda menos de un kilómetro y aprieto todo lo que puedo, incluso alcanzamos a Beatriz a la que volvemos a animar. Entramos en Caravaca, solo queda subir una calle bastante empinada (con perdón) que sale a la derecha con la meta a unos 250 metros. Diego se cruza con una pareja que le saludan, conoce a la mujer de su trabajo y se para a hablar con ella, yo sigo, diciéndole que no se pare ahora, pero los sicilianos son así. Estoy en la mitad de la cuesta y decido esperar a Diego en la alfombra de meta para que entremos juntos, a no ser que venga el otro corredor antes y me obligue a entrar, pero no, de pronto el Tigre aparece y hacemos los últimos metros casi de la mano entrando a la vez en un tiempo de 09h59’48”, posición 72 de 327. Objetivo conseguido.

Llegada a meta.
Contentos trás la carrera.

Jesús Molina. Posición 23

Beatriz.

María.
Celebrando y reponiendo líquidos.
 Ya en meta lo primero que hacemos es ir a por unas cervezas, después nos acercamos a felicitar a Beatriz (2ª de su categoría y 4ª general) y a María que también había llegado (2ª de su categoría y 6ª general), vaya mákinas, y ya bastante satisfechos y algo cansados (bueno Diego, yo no :) ) nos vamos tranquilamente a por las mochilas que habíamos  dejado a la organización, a la ducha y a esperar  el autobús  que nos llevará de vuelta a Murcia.
 Bonita esta experiencia con mi compañero que hizo una muy buena carrera, mejor de lo que pensaba y  seguro que querrá repetir. Por mi parte acabé contento, no fue todo como me hubiese gustado pero siempre hay que quedarse con lo bueno. Seguro que también repito.


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